Martha2 de febrero de 2014, 11:57 Como era inevitable, a la muerte de Warburg en 1929 el proyecto queda inacabado, y el Atlas que él inicia no alcanza sino a constituir un primer momento de descentramiento del orden en base al cual se organizaba la relación archivística moderna, en la medida que puso al descubierto la ideología implícita- y el interés de hegemonía que la fundaba. Importa el reconocimiento del otro, de lo diferente, con todo el misterio y la inquietud que puede provocar. Más tarde-entonces-el Atlas de Gerhard Richter, ya tiene como ideología un contra-archivo-iniciar un descentramiento súbito de la diferencia y a un tiempo abierto a una multisincronía irreductible. Si existiera un Atlas de la Iconografía de los países latinoamericanos-si existe, -no lo conozco-marcaría una profunda diferencia entre la versión escrita de la historia oficial y su visión iconográfica.
Martha2 de febrero de 2014, 11:57
ResponderEliminarComo era inevitable, a la muerte de Warburg en 1929 el proyecto queda inacabado, y el Atlas que él inicia no alcanza sino a constituir un primer momento de descentramiento del orden en base al cual se organizaba la relación archivística moderna, en la medida que puso al descubierto la ideología implícita- y el interés de hegemonía que la fundaba.
Importa el reconocimiento del otro, de lo diferente, con todo el misterio y la inquietud que puede provocar. Más tarde-entonces-el Atlas de Gerhard Richter, ya tiene como ideología un contra-archivo-iniciar un descentramiento súbito de la diferencia y a un tiempo abierto a una multisincronía irreductible.
Si existiera un Atlas de la Iconografía de los países latinoamericanos-si existe, -no lo conozco-marcaría una profunda diferencia entre la versión escrita de la historia oficial y su visión iconográfica.