martes, 1 de marzo de 2016

RUBENS, MATISSE, CÉZANNE Y PICASSO EN TEFAF ,MAASTRICHT 2016

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Rubens, Matisse Cézanne y Picasso en TEFAF Maastricht 2016

29 febrero2016 | Por  | Categoría: Mercado del ArteImprime esta noticia Imprime esta noticia
Tefaf - copiaLa cuenta atrás para TEFAF Maastricht 2016 ha comenzado. Del 11 al 20 de marzo, coleccionistas y marchantes de arte no sólo tendrán la oportunidad de elegir entre multitud de obras de alta calidad llevadas a la feria por las más prestigiosas galerías de todo el mundo, sino que también podrán visitar excepcionales exposiciones organizadas por museos y galeristas.
Una de las más destacadas será la exposición en préstamo que tendrá lugar en la sección TEFAF Paper. ‘Collecting collectors’ reunirá una delicada selección de dibujos y grabados procedentes del museo Boijmans Van Beuningnen de Róterdam, que cuenta con una importante colección de 17.000 dibujos y 65.000 grabados. La muestra que se expondrá en TEFAF incluirá obras de antiguos maestros como Alberto Durero, Rembrandt, Miguel Ángel y Rubens, junto a las de artistas modernos y contemporáneos como Paul Cézanne, Salvador Dalí, René Magritte y Yayoi Kusama.
Especial protagonismo adquirirá la obra del artista italiano Fra Bartolommeo (1473-1517), del que se mostrará uno de los dos álbumes de lujo que contienen un total de 400 hojas con 500 dibujos, reunidos por el coleccionista florentino Niccolò Gabburri en 1729. Esta selección del extraordinario trabajo de Fra Bartolommeo será un aperitivo de la exposición sobre este artista que el museo Boijmans inaugurará el próximo otoño.
‘Mattise & Picasso’
Por su parte, los que se acerquen al stand de Hammer Galleries podrán visitar una excepcional muestra dedicada a Henri Mattise y Pablo Piccaso. ‘Mattise & Picasso’ mostrará las cinco décadas de relación personal y artística que mantuvieron ambos pintores, que entre ellos se consideraban a la vez rivales y admiradores. La exposición comienza con dos extraordinarios trabajos previos al primer encuentro de ambos artistas en 1906. Le guitarist debout, de 1903, es una clara muestra de la etapa fauvista de Matisse. Por su parte, Danseuse espagnole fue pintada por Picasso en 1901, justo antes del comienzo de su famoso Periodo Azul.
TefafLa muestra también reunirá obras del Picasso cubista, como Partition, bouteille de port, guitar, cartes à jouer, y de su vuelta al Neoclasicismo después de la I Guerra Mundial, como Trois femmes à la fontaine. Asimismo, esta exposición ‘a dúo’ mostrará la costumbre de ambos artistas por pintar a una misma modelo una y otra vez. Retratos de algunas de sus musas más importantes, como Antoinette Arnoud y Henriette Darricarrère para Matisse, o Sylvette David para Picasso, también se podrán admirar en esta muestra.
Después de la muerte de Matisse, en 1954, Picasso dedicó buena parte de su trabajo a la relación entre el artista y su modelo, así como al estudio del artista, en lo que se ve como un claro homenaje a su amigo Matisse. De hecho, la obra pintada por Picasso en 1965, Le peintre au chapeau, también expuesta en esta muestra, se cree que es un retrato de Matisse
Foto: De izquierda a derecha, dibujo de Rubens; Le guitarist debout de Matisse y Danseuse espagnole de Picasso.
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1 comentario:

  1. Es su segundo viaje a España en pocos años, y su segunda exposición en la galería Bárcena, de Madrid. Françoise Gilot, de la que todo el mundo sabe que es la única mujer que abandonó a Picasso, que hoy comparte su vida con Jonas Salk, el científico que ha. salvado a los niños de la polio hace casi medio siglo, es una pintora rigurosa y sensible y una escritora penetrante. Ha viajado a Madrid para presentar el libro Picasso y Matisse (Destino). Esta historia, Picasso y Matisse. Una amistad entre artistas, es, como ella misma dice, "algo más que un libro de memorias: es una reflexión sobre el arte, más asequible al público gracias al hilo argumental de la historia de esta amistad singular".

    La amistad entre Picasso y Matisse, y la relación de ambos con Françoise Gilot, pintora desde muy joven, independiente y luchadora por su independencia, es casi un pretexto. "Su amistad", dice, "era de artistas y como artista yo he hecho hincapié en ello desde el título del libro, que en inglés se llama directamente Una amistad en el arte". No obstante, el libro está lleno de jugosas historias, de conversaciones, encuentros y juicios sobre personas, que podían ser Braque, Gertrude Stein, Louis Aragon, Tristan Tzara o Alberto Giacometti: los nombres que han llenado el espíritu del siglo y que, unos más directamente, otros menos, estaban en el ámbito próximo a Picasso y Gilot, en el tiempo de su relación: entre 1943, en que se conocen, o mejor, entre 1946, en que empiezan a vivir juntos, y 1954, en que, poco antes de la muerte de Matisse, Françoise Gilot y sus hijos Claude y Paloma abandonan al pintor malagueño.De su relación con ambos pintores, dice Françoise Gilot que "no es comparable. Con Picasso tuve un amor que fue muy importante en mi vida. Con Matisse, una amistad que era más admiración artística que sentimiento personal, si es que se puede hablar en estos términos. Picasso me llevaba 40 años, y Matisse, 52. Yo le admiraba y le quería casi como a un abuelo".

    Con Picasso, dice, "hubo opiniones comunes sobre un sinnúmero de cosas que pasaba por encima de la diferencia de edad. Creo que era esa proximidad de la inteligencia y los sentimientos, que para mí era más importante que el te quiero o me quieres de los pequeños amores comunes".

    ¿Y qué le debe Gilot como artista a Picasso y a Matisse? "A Pablo lo más importante fue verle trabajar, y concretamente esa intensidad imponente con que trabajaba. Si uno pintaba, no podía hacer otra cosa. La pintura, no es que fuera lo más importante, es que era lo único que importaba. Cuando le conocí, yo ya pintaba, pero me interesaban un montón de cosas más. Hacía equitación y otras muchas actividades. Él consideraba que si se era pintor, se era pintor todo el tiempo, cada minuto. Y de alguna manera tenía razón: las otras preocupaciones y placeres restan energía para la pintura, y ésta es una cuestión de energía. Esa concentración extraordinaria, vista tan de cerca, es lo que más le debo". "En cuanto a Matisse, era otra cosa. Eran sus resultados, porque yo no le veía trabajar como a Picasso. Y si el español era un anatomista de la pintura que ponía todo en cuestión casi hasta destruirlo, que no estaba conforme nunca, Matisse era un poeta, que buscaba lo esencial y que, milagrosamente, lo encontraba"elpais.com-1993

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