domingo, 27 de diciembre de 2015

BETHANY COLLINS O "EL NUBARRÓN DEL LENGUAJE" LACAN


2 comentarios:

  1. “El nubarrón del lenguaje… hace escritura”.[7] Podemos leer los riachuelos que dejan huella, la huella metafórica de la escritura, la huella que deja el lenguaje; esos riachuelos que se ligan a algo que va más allá del efecto de la lluvia, pero que el hablante puede leer: lo imposible de inscribir la relación sexual. Lacan utiliza la posibilidad que le da el francés, gracias a que lier y lire (enlazar y leer) son palabras que tienen las mismas letras. Es sólo por hablar que lo que se escribe y deja huella tiene que ver con la soledad.

    Es por el lenguaje que es posible que se establezcan los lazos sociales entre los cuerpos. Por el simple hecho del lenguaje, se precipita el lazo social; e incluso las configuraciones de enlaces y desenlaces entre los humanos suponen las tres dimensiones: Real, Simbólica e Imaginaria. Como nos dice Lacan en el Seminario RSI, en las tres identificaciones de Freud “hay todo lo que hace falta para leer mi nudo borromeo… pues con ellas llega a designar propiamente la consistencia como tal”,[8] como anudamiento de lo imaginario, de lo simbólico y de lo real.

    Anudamiento de un mínimo de tres, de tal manera que si se separa uno de ellos los otros dos no pueden mantenerse juntos. Nudo borromeo presente no sólo en las estructuras clínicas, y en el síntoma, sino también en el anudamiento diferente que se hace al final de la cura.

    Enlace, triskel, desenlace. Es por la posibilidad de anudar los tres registros que el sujeto, sumergido en el lenguaje, puede hacer lazo social, con la consecuente pérdida de goce y no-relación sexual.

    Patricia Muñoz. Medellín, 25 octubre 2015
    Deseo aclarar que el registro de lo Real nada tiene que ver con la realidad. Es el registro de lo imposible, de lo que vuelve siempre al mismo lugar. La artista hace nudo con la música en su intento por establecer un lazo social.
    El artista crea a partir de lo que no sabe, de lo que no puede saber: la verdadera creación encuentra su fuente en un vacío del saber. No habrá de deducirse de ello que el artista tendrá que ser un ignaro, un iletrado, o alguien desprovisto de curiosidad. La tesis desarrollada por Freud en la Gradiva y en el ensayo sobre Leonardo debería ser atenuada del siguiente modo: en el momento de la creación, el artista no sabe lo que hace.

    El artista puede ser muy erudito y ello no es, en sí, incompatible con la vía artística, pero, llegado al momento de la creación, es necesario no sólo que él consiga olvidar lo que sabe sino, más aún, que se dirija hacia el más allá del saber, hacia aquello que, por esencia, escapa al saber. Es en este recorrido donde, en un cierto momento, Leonardo se detiene, mientras que Jensen, por su parte, prosigue con notable obstinación.

    El desconocimiento o el rechazo del saber que parecen caracterizar la posición del creador merecen un esclarecimiento más preciso que aquel que Freud intentó darle entre 1907 y 1910, época aún del principio de su descubrimiento y de las formulaciones de las hipótesis fundamentales del psicoanálisis.
    Las letras no apuntan a una superficie puramente vacía de apariencia sino a un agujero.
    "La soledades la ruptura del saber, no sólo puede puede escribirse, sino que además es lo que se escribe por excelencia, pues es lo que de una ruptura del ser deja huella".Lacan
    epfcl.medellim2016

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  2. La experiencia del inconsciente finalmente termina en una necesaria relativización de éste. Pues tal es la revelación última del psicoanálisis: el inconsciente mismo se estructura como un saber ficticio del cual todas las construcciones se elevan y se entrelazan en una red apretada, de una complejidad infinita, en torno de un vacío central, en torno de un punto que se rehusa absolutamente a toda inscripción y a todo saber. El inconsciente es un "saber agujereado", decía Lacan en uno de sus últimos seminarios, agujereado como el lenguaje mismo.
    Agujereado. es el racismo.
    No hay relación sexual, quiere decir; en el ser hablante no hay instinto.

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