martes, 25 de noviembre de 2014

TesT - 08-05-13 - Noviazgos violentos

2 comentarios:



  1. Atención Integral a las Víctimas de Violencia Doméstica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación

    Objetivo y /o misión: Acompañar a la víctima, aportándole el apoyo jurídico, social y psicológico necesario y en caso de haber sido lesionada físicamente, trasladarla a un hospital público. Al mismo tiempo se informara al juez con competencia acerca del hecho acontecido.
    El Equipo de Seguimiento creado para realizar el acompañamiento durante las siguientes 72 hs. podrá alojarla en un ámbito protegido brindándole además asistencia jurídica, si fuera necesario.
    Una oficina de orientación y asistencia le ofrecerá a la víctima las direcciones de instituciones que puedan orientarlas psicoterapéuticamente.
    Destinatarios: todas las víctimas de violencia doméstica.

    Procedimiento: en situación de urgencia, ya sea la víctima o algún familiar o vecino puede llamar al 137 una vez verificado el llamado, un móvil no identificable con dos oficiales de Policía Federal Argentina se desplazará hasta la escena, acompañados por un psicólogo/a y un/a trabajador/a social para dar respuesta inmediata, conteniendo a la víctima y desarmando al agresor que será conducido a la comisaría correspondiente.

    Teléfono: Brigada de Intervención en calle y domicilio.
    Teléfono: 137 las 24 hs., en la CABA.
    Teléfono: 0800-222-3425 en todo el territorio Nacional....
    www.jus.gob.ar

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  2. El manifiesto dice:
    La Violencia de Género hunde sus raíces en la desigualdad social entre hombres y mujeres. Se trata, por tanto, de un problema estructural, directamente vinculado al reparto de roles de género y al desequilibrio de poder entre ambos. Es la manifestación extrema de la desigualdad en el ámbito de la pareja, en la sociedad, en lo laboral, y tiene su origen en los valores que ha sustentado el patriarcado.
    Algunos hombres no aceptan negociar las relaciones personales desde el plano de la igualdad y cuando las mujeres quieren romper la relación o manifiestan su desacuerdo respecto a la misma, las amenazan, las coaccionan, las lesionan y hasta las matan.
    La violencia de género supone un abuso de la posición preponderante de los varones y constituye, al mismo tiempo, una manifestación y un instrumento para perpetuar la desigualdad. Por tanto, la única forma eficaz de prevenir la violencia contra las mujeres consiste en avanzar hacia la igualdad real de las personas.
    La violencia de género es un fenómeno mundial que se da independientemente del grado de desarrollo de los países, y que afecta a muchas mujeres, de distintas clases sociales. Edades, etnias...; es un fenómeno muy complejo y, por tanto, muy difícil de erradicar.
    A pesar de los avances legislativos, con la normativa de igualdad andaluza y las leyes estatales, debemos tener en cuenta que las leyes por sí solas no pueden cambiar lo aprendido a través de una socialización patriarcal y diferenciada por sexo.
    En los últimos años se ha conseguido una mayor concienciación social al respecto, pero aún quedan mensajes en las familias, en la educación, en los medios de comunicación, en la publicidad, que siguen transmitiendo una imagen de las mujeres que denigra profundamente su papel en la sociedad, que las sitúa en una posición de subordinación, las desprecia y las anula, que las hace responsables, incluso, de la violencia a la que son sometidas.
    La responsabilidad es, en todo caso del conjunto de la sociedad. La indiferencia ante la violencia de género es un obstáculo para acabar con ella. Como dijo Elie Wiesel, Nóbel de la Paz de 1986: ?Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo?
    Es evidente que cuando se conoce algún caso de violencia de género con resultado de muerte, hay un rechazo social generalizado, sin embargo no hay una posición crítica basada en el conocimiento de éste fenómeno, el rechazo es emocional, afectivo, pero no se reflexiona sobre el origen del mismo.
    La educación en valores democráticos implica colocar el papel de las mujeres en el lugar que les corresponde. Se hace necesario un rechazo profundo de las ideas sexistas, así como de los estereotipos de género que están en la base de las conductas a modificar, cuando, además, es un problema que afecta gravemente a las hijas y los hijos.
    Educar en igualdad es el camino más seguro para evitar los comportamientos machistas y las ideas sexistas que perpetúan la falsa creencia de superioridad del hombre sobre la mujer y el uso de la violencia como instrumento para ejercer el poder sobre ésta. La prevención y la educación deben ser los principales instrumentos en la lucha contra la violencia de género y una información adecuada, la mejor forma de concienciar a la población
    La igualdad real entre hombres y mujeres constituye la defensa más eficaz frente al abuso de poder. El poder de decisión de las mujeres, el que puedan participar en igualdad en los espacios públicos, la utilización de un lenguaje e imágenes que no atenten contra su dignidad, y, en definitiva, una educación en valores contribuirá a ello. No hay que esperar a que la violencia se produzca, sino que se debe actuar cuando aparecen los primeros indicios.

    www.velezmalaga.es

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