jueves, 20 de noviembre de 2014

Entrevista con Hito Steyerl

3 comentarios:

  1. Me voy a la cama con mi teléfono. A menudo es la última cosa que veo antes de dormirse, y lo primero que me toque en la mañana. No hay escasez de gente pensando en este tipo de cosas-tecnología-como-prótesis o parte-objeto-y su variedad de consecuencias, pero pocos consiguen al meollo de la cuestión que se le parezca Hito Steyerl hace.Central de su trabajo es una ontología de la imagen digital: ella sostiene que las imágenes han dejado de funcionar como la representación o el índice de cualquier verdad a priori, y en su lugar han tomado un asiento más poderoso en la construcción de la realidad. Para ello, sus obras trazan las conexiones entre las economías de las imágenes, la violencia, el entretenimiento, el afecto y el capital (entre otros) de representación al descubierto el grado en que estos marcos entrelazados embudo de alimentación, forma el espacio físico e ideológico, y determinar posiciones de sujeto. Estas obras también resultan ser poético, el desarme, y divertido.
    En la cara de ella, de Steyerl CÓMO NO SER VISTO: Un archivo .MOV Cojida Didáctico para la Educación (2013), que el MoMA adquirió a principios de este año, es lo que su título pretende que sea: una parodia maliciosa de un vídeo educativo (la primera parte del título prestado de un sketch de Monty Python). Cada uno de los cuatro tramos de la obra se describen algunas de las estrategias de la lengua en la mejilla para evitar ser visto, desde que oculta a la vista, a la reducción de hasta una unidad más pequeña que un pixel, para vivir en una comunidad cerrada, a ser mujer y mayor de 50 años viejo. Una voz masculina aparentemente automatizado lee las instrucciones en un acento Inglés gracioso, y Steyerl sí misma, junto con varias figuras sin rostro (el tipo que usted vería en un modelo de arquitectura simulada), demostrar los métodos propuestos. Muchos de ellos, como para reducir el tamaño, para deslizar, y para tomar una foto, se acompaña de gestos familiares desde el iPhone-que apunta al hecho de que aquí existen los organismos en cuestión en (y tomar sus señales coreográficas de) un mundo que está en una vez virtual y material.
    www.moma.org

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  2. En este blog el 4/12/12 y el 11/12/2012

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  3. La verdad deshecha
    Productivismo y factografía
    Traducción de Marcelo Expósito
    Hito Steyerl

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    Marcelo Expósito (translation)
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    Verum esse ipsum factum («lo verdadero es lo mismo que lo hecho» o «la verdad es resultado del hacer»).
    Giambattista Vico, De Italorum Sapientia, 1710


    Un hecho es algo que se hace. En nuestra época, esto parece una afirmación obvia. Giambattista Vico ya lo expresó en 1710: Verum esse ipsum factum, o más brevemente: verum factum. Lo cual significa que la verdad es algo que se produce y se construye. La afirmación de Vico condensa el punto de vista actual sobre la cuestión del documental: las verdades que reivindica el documental son consideradas un constructo, algo que esencialmente se fabrica. La verdad documental se juzga un producto que combina poder y saber.

    Pero en realidad casi nadie cree en ese producto. La desconfianza hacia esa forma instrumental de verdad documental es ya habitual. La gente es muy consciente de las verdades instrumentales que las instituciones y las corporaciones se encargan de diseminar. Aunque tal desconfianza, paradójicamente, no menoscaba el poder del documental. La gente se ve afectada por la velocidad y la intensidad de la información que ofrecen los medios de comunicación de masas; es informada, interpelada, instruida, gobernada.[1] Su «cuerpo resonante», como lo denomina Suely Rolnik,[2] es decir, la esfera de los afectos corporales, se convierte en un objetivo agitado, movilizado, activado, apaciguado. El realismo de los medios de comunicación se dirige al deseo de participar en el mundo, creando sensaciones a modo de espectáculo. Para apuntalar sus pretensiones de verdad, este realismo se basa en tecnologías de producción de la verdad de cuño científico, legal o periodístico, las cuales, a estas alturas, se ven también reforzadas por una política del espectáculo, de la velocidad y de la intensidad. La puesta en entredicho del valor de verdad de ese realismo forma ya parte de la construcción del mismo. De este modo se genera habitualmente un tipo de ansiedad provocada por la duda a propósito de qué es verdad y qué es manipulación. La incredulidad y la incertidumbre caracterizan este círculo vicioso.[3] Pero aun estando inmersos en tal incertidumbre, hay algo de lo que muy poca gente duda: que los hechos son producidos, fabricados y construidos.

    Ahora bien, ¿por qué creer en la producción de verdad, para empezar? ¿Por qué se piensa que la verdad es un producto elaborado o una mercancía? ¿Qué tipo de supuestos fundamentan la creencia en el concepto mismo de producción? Quizá encontremos la respuesta invirtiendo el lema de Vico. En lugar de verum factum, pensemos más bien en factum verum, o en factum esse ipsum verum, que podría traducirse así: «las cosas que son resultado del hacer son verdad». O incluso: «la verdad reside en la producción». Las cosas que son hechas, o el propio hecho de hacer, provee o produce la verdad. Se desplaza así el enfoque hacia el proceso de producción como tal. La producción es la situación en la que la verdad documental puede ser generada para diversos usos pedagógicos y gubernamentales. Y, paradójicamente, casi nadie duda del valor de verdad de la producción misma.

    Pero ¿acaso no existen sobradas razones para sospechar del paradigma de la producción?
    eipcp.net

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