viernes, 7 de noviembre de 2014

EL ARTISTA VALENCIANO JORDI TEIXIDOR, PREMIO NACIONAL DE ARTES ´PLÁSTICAS 2014

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  • 06 NOV 2014

El artista valenciano Jordi Teixidor, Premio Nacional de Artes Plásticas 2014

Jordi Teixidor

Considerado uno de los máximos representantes de la abstracción española, ha participado en la Bienal de Venecia y ha tenido su mayor retrospectiva en el IVAM de Valencia.

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Teixidor, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, toma el relevo de la también valenciana Carmen Calvo, premiada el pasado año.
El artista Jordi Teixidor (Valencia, 1941) ha sido galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2014 como reconocimiento "por sus obras, distintivas de un camino único y difícil en el arte, elegido a conciencia y con independencia. Un camino sostenido en el tiempo hasta configurar un conjunto que confiere al arte español contemporáneo la entidad que hoy tiene", según la nota emitida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que concede este premio dotado con 30.000 Euros.

MENCIONES

De esta forma, el MECD vuelve a premiar, por segundo año consecutivo, a un artista valenciano, tras haber premiado a Carmen Calvo (Valencia, 1950), el pasado año.
Teixidor, formado artísticamente entre 1959 y 1964 en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, es nombrado en 1966, junto con José María Yturralde (Cuenca, 1942), conservador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde conoce a la generación del llamado Grupo de Cuenca. En ese mismo año forma parte del grupo Nueva Generación, promovido por el crítico Juan Antonio Aguirre. Es la época en que usa la madera como soporte y en la que las formas recortadas que hace relacionan su trabajo con los planteamientos de la pintura 'hard-edge'. Por estos años conoce al grupo Supports-surfaces, promovido por teóricos y pintores franceses.
Fue conservador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde conoce a la generación del llamado Grupo de Cuenca
En 1973 viaja a Nueva York, donde conoce directamente la pintura norteamericana de los años cincuenta, centrando su interés sobre todo en, los ya fallecidos, Mark Rothko, Barnett Newman y Ad Reinhardt. De Newman asimila el empleo de bandas laterales, que incorpora de forma consciente en su obra. En 1976 participa en la Bienal de Venecia en la muestra "España: Vanguardia artística y realidad social. 1936-1976". En 1979 es becado por la Fundación Juan March, instalándose en Nueva York hasta 1981. En ese tiempo es seleccionado por Margit Rowell para participar en la exposición "New Images from Spain", en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York.
Entre los 70 y 80, participa en la Bienal de Venecia, recibe una beca de la Fundación Juan March y expone en el Solomon R. Guggenheim Museum
Tras una etapa de abstracción geométrica cercana al minimalismo, su obra evolucionará hacia unos parámetros donde combina lo sensible y lo conceptual, la geometría y el gesto. En 1982 se instala en Madrid y en 1990 comienza las series cuyos títulos aluden al límite -'Los límites de la memoria', 'Los límites del engaño' y 'Los límites de la razón', entre otras- y progresivamente va abandonando el color hasta llegar al negro, aunque incorpora colores de oro. Es el momento de los Paisajes nórdicos y de la trilogía compuesta por 'El final de la batalla', 'La muerte de Virgilio' y 'La derrota'. 
Hasta la fecha, su exposición individual más importante es la retrospectiva organizada, en 1997, por el Ivam de Valencia, donde se pudo ver una amplia representación de su obra, la cual se encuentra entre las colecciones permanentes de algunos de los museos e instituciones más prestigiosos del mundo: Solomon R.Guggenheim Museum y el Chase Manhattan Bank (Nueva York), San Francisco Museum of Modern Art, Museo Nacional Reina Sofía, Fundación Juan March, Colección Aena, Colección Argentaria y Fundación Coca Cola (Madrid), Instituto Valenciano de Arte Moderno - IVAM (Valencia) y Col-lecció Fundació ''la Caixa'' (Barcelona), entre otras. 
Ha tenido su mayor retrospectiva en el IVAM de Valencia, en 1997
Teixidor, el pasado año, donó al CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla las pinturas ''Siete maneras de mirar una mañana de domingo'' y ''Todo es presagio'', dos obras realizadas al óleo sobre lienzo con una diferencia de 12 años en la ejecución de las mismas, que se pudieron ver en una muestra individual
Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid desde 2000, está representado comercialmente por las galerías Michael Dunev Art Projects (Torroella de Montgrí, Girona), La Aurora (Murcia), Altxerri (San Sebastián), La Caja Negra Ediciones (Madrid) y Nieves Fernández (Madrid). En las cuatro últimas ha tenido individuales, entre 2009 y 2014.
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2 comentarios:

  1. Siempre ha sido fiel a la pintura abstracta a la que ha ido despojando de la emoción, del gesto, del movimiento, para adentrarse en la reflexión profunda que hunde sus raíces en la filosofía. Esa inquebrantable fidelidad a través del tiempo y de cierta incomprensión le ha procurado ahora a Jordi Teixidor de Otto (Valencia, 1941) el Premio Nacional de Artes Plásticas 2014, dotado con 30.000 euros, que anunció este miércoles el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.

    “Para mí lo más difícil es quitar todo lo que sobra en la pintura”, afirma el artista desde su casa madrileña de Malasaña, contento por la concesión del premio, el segundo que recibe a pesar de su dilatada y contrastada trayectoria que ha evolucionado hacia el uso preponderante del negro. “Mi pintura no es de premios. No es espectacular. No tiene la visibilidad de otros pintores. Es concentrada y contiene más carga de pensamiento y reflexión que de sensibilidad y emotividad. En la obra de arte, no sólo en la pintura, también en la literatura o en el cine, la emoción no es una condición fundamental”, explica.


    Jordi Teixidor, el pasado año. / JESUS CISCAR
    El jurado ha premiado al creador y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando “por sus obras, distintivas de un camino único y difícil en el arte, elegido a conciencia y con independencia. Un camino sostenido en el tiempo hasta configurar un conjunto que confiere al arte español contemporáneo la entidad que hoy tiene”. “Ciertamente, lo que elegí no era el camino habitual en el arte español”, comenta el artista que sólo practicó la figuración para conseguir aprobar cuando estudiaba de la Escuela de Bellas Artes de Valencia.

    Abandonó su ciudad natal, reñida con la abstracción, para instalarse en los ochenta en Madrid, tras ejercer de conservador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, donde conoció a Gustavo Torner, Gerardo Rueda y Fernando Zóbel, y vivir varios años en Nueva York. Su obra forma parte de las colecciones de museos como el Reina Sofía de Madrid o el IVAM de Valencia y se ha visto en el Guggenheim neoyorquino o en la Bienal de Venecia.

    Teixidor también considera el premio como un reconocimiento a una generación, que no recibió “demasiada atención” y que entiende el arte “en relación con una ética”. Y cita pintores como Juan Suárez, Gerardo Delgado o Santiago Serrano. “Hicimos una labor importante pero las circunstancias culturales, sociales y económicas no nos fueron favorables”, señala el artista a Efe. Propusieron “una manera de entender la pintura un poco más cosmopolita, más culta, con respecto a otras generaciones artísticas en España”, añade.

    "Reivindicador de la pintura, rasgo decisivo de su obra es la distinción en su quehacer respecto a nuestro contexto artístico, con una práctica, ya desde mediados de los sesenta, próxima al arte conceptual o a la sensibilidad minimalista. Artista silencioso, amante de la poesía y la filosofía, elogiador de la duda en el arte, perteneció al grupo Nueva generación, avanzando las corrientes artísticas que llegarían durante la Transición. Un creador constante en su empeño”, continúa el jurado, según un comunicado emitido por el Ministerio.

    Poesía y filosofía
    Lector empedernido de poesía, ahora se dedica más a la filosofía: “No tengo prejuicios ni formación y leo también a través de otros a Heidegger o Wittgenstein, que me interesan mucho. También Vattimo, aunque ahora es muy criticado”. Teixidor recuerda la curiosidad de que le compró una de sus primeras obras a una jovencísima Carmen Calvo, premio de las Artes Plásticas 2013, cuando se reunían en los sesenta en un estudio en Valencia con el Equipo Crónica y otros artistas.Ferran Bono, Valencia /cultura.elpais.com

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  2. , La exposición El grupo de Cuenca, inaugurada ayer en la sala de las Alhajas de Caja de Madrid (plaza de San Martín, 1), se convirtió en un recuerdo y homenaje a los pintores Gerardo Rueda (1926-1996), Gustavo Torner (1925) y Fernando Zóbel (1924-1984), amigos unidos en la vertiente lírica de la abstracción y en la creación del Museo de Arte Abstracto Español, de Cuenca, en 1966. La muestra también recoge obras de otros autores vinculados a esta escuela, como José Guerrero (1914-1991), Antonio Lorenzo (1922), Manuel H. Mompó (1927-1992) y Eusebio Sempere (1923-1985).La revisión de 30 años de una estética artística relacionada con un grupo de pintores y la ciudad de Cuenca inicia un ciclo sobre el arte español de la segunda mitad del siglo, según anunció el presidente de la Fundación Caja de Madrid, Alfredo Pérez de Armiñán. El comisario, Alfonso de la Torre, mostró su sorpresa de que en estos años no se haya realizado esa revisión de pintores surgidos al margen del informalismo y de las corrientes expresivas de los cincuenta y sesenta.

    El montaje de 70 obras, realizado por Gustavo' Torner, sigue un orden cronológico en las tres plantas de la sala de las Alhajas, donde se agrupan las obras de Zóbel -a quien se dedica la exposición-, Rueda y Torner, a quienes se unen una obra de Guerrero, Lorenzo y Mompó y ocho guaches de Sempere. La mayoría de los cuadros vienen de colecciones privadas, algunas de Estados Unidos, Noruega y Venezuela.

    Torner y Lorenzo coincidieron ayer en el recuerdo de Zóbel, "el que marcó la ruta", y la ausencia de una escuela o grupo, "traído por los pelos", en el sentido de ofrecer un programa-manifiesto. "Lo de grupo lo han dicho los demás, nosotros éramos un grupo de amigos sin más", declaró Torner, quien conoció a Zóbel en la Bienal de Venecia de 1962, y contó la búsqueda en Cuenca de una casa para formar un museo tras no encontrar un espacio en Toledo. El catálogo incluye textos de Juan Manuel Bonet, Francisco Calvo Serraller, María Corral y Alfonso de la Torre.6 de febrero de 1997
    elpais.com

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