viernes, 31 de octubre de 2014

EL GRECO Y LA PINTURA DE LO IMPOSIBLE. 400 AÑOS DESPUÉS

El Greco

y la pintura de lo imposible. 400 años después.
28/10/2014 - 15/01/2015
Av. del Libertador 1473
Cuando en 1936 Jesús en el huerto de los olivos de Doménico Theotocópuli, el Greco, ingresó al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) era una de las obras más relevantes de un maestro antiguo perteneciente a su  acervo y, desde entonces, ha integrado los distintos guiones curatoriales de la colección permanente. Hoy, a cuatrocientos años de la muerte del artista y,  a  casi ochenta años de aquel acontecimiento, el museo porteño se une a los homenajes internacionales dedicados al pintor con una exposición centrada en tres de sus óleos de temática religiosa.
 El Greco entendía que la pintura era un arte superior y como tal le permitía tanto la aproximación a lo real y su representación, como la plasmación de lo imposible, esa otra realidad que se escapa a los sentidos  -epifanías, encarnaciones, milagros-  que inevitablemente abordaba con un canon de proporciones alargadas, y originales contrastes de luz y color, alejado del modelo establecido, como puede verse en las tres obras del artista presentadas en esta oportunidad.Jesús en el Huerto de los Olivos del MNBA,Jesús con la Cruz a cuestas,de la colección del Museo Nacional de Arte Decorativo (MNAD) y, proveniente del Museo del Greco de Toledo y prestada especialmente  para esta ocasión, Las lágrimas de San Pedro,dialogan con las de sus contemporáneos Luis de Morales, Francisco Pacheco y Mateo Cerezo (Col. MNAD),  también de asunto devocional.
La exposición, curada por María Florencia Galesio, presenta además un conjunto de pinturas de artistas españoles pertenecientes a la generación del 98, óleos de algunos de sus miembros que, en la transición hacia el siglo XX, revalorizaron la figura del maestro griego.
La influencia de la producción del Greco atraviesa el siglo XX y continúa hoy, como puede verse en la selección y curaduría de las obras de la sección de arte contemporáneo, realizada por Pablo de Monte. Los artistas argentinos Daniel García, Román Vitali y Luciana Rondolini  revelan sus conexiones con la historia del arte y señalan su vigencia.
Completa la exposición la proyección del video El Greco. Pintor de lo invisible, gentilmente cedido por la Fundación El Greco 2014 (Toledo).
La museografía, a cargo de Valeria Keller y Mariana Rodríguez (MNBA),  plantea un diseño del espacio, un empleo de la luz, el color y la  música que contextualizan las pinturas, estimulan el interés del visitante y ofrecen ámbitos propicios para la contemplación.
El catálogo que acompaña la exposición cuenta con la colaboración de varios investigadores. Juan Antonio García Castro, Director del Museo del Greco de Toledo, analiza la pieza proveniente de esa institución, Las lágrimas de San Pedro. Por su parte el Arq. Alberto Belluci, Director del Museo Nacional de Arte Decorativo, ahonda en las pinturas del Greco y de Mateo Cerezo que se presentan en esta ocasión. Este texto se completa con el de Graciela Razé y Mariana Astesiano, del Área de Conservación y Restauración del mismo museo. Andrea Peresan Martínez analiza la mirada de pintores e intelectuales de la generación del 98 que encontraron en el pintor un significativo referente.
El texto de María Florencia Galesio repasa la producción del artista y los estudios realizados sobre su obra en los últimos años, que han abierto nuevas vías de interpretación. Se completa con una sobre la historia de la colección de pintura española del MNBA y la suerte expositiva del óleo Jesús en el Huerto de los Olivos.
Los artículos del  Área de Investigación del MNBA de Patricia V. Corsani, Paola Melgarejo y Pablo De Monte repasan la historia de las obras de la colección y del gusto imperante tanto en el ámbito estatal como en el coleccionismo privado, entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, cuando en Buenos Aires se generó un movimiento importante de obras de la escuela española del siglo XVI y XVII que trazó su devenir expositivo en la institución.
Las entradas razonadas de las obras del siglo XVI y XVII se completan con los textos de Pablo De Monte y Silvana Varela, ambos investigadores del MNBA, que abordan la contemporaneidad de los temas trabajados por el Greco en las producciones de artistas argentinos actuales.
Mercedes de las Carreras, a cargo del Área Gestión de Colecciones del MNBA, presenta el trabajo de conservación de Jesús en el Huerto de los Olivos del Greco a su cargo. Asimismo se reproduce una selección del texto que Juan Corradini, quien estudió y restauró esta obra en los años cincuenta, en la Revista Ars en 1956. Una detallada cronología y selección bibliográfica, realizadas por Ana Inés Giese, completan este volumen.
La exposición cuenta con el apoyo de la Asociación Amigos del MNBA.
Actividades organizadas por la Asociación Amigos del MNBA en apoyo a El Greco y la pintura de lo imposible. 400 años después.www.arte-online.net

2 comentarios:


  1. Cultura hoy: Domenico Theotocopuli, "El Greco"
    Domenico Theotocopuli “El Greco” fue un pintor nacido en Candía (actual Heraclión, Creta) en 1541, y será uno de los pintores que mejor entendieron y desarrollaron el manierismo.

    Desde su niñez tuvo una formación humanista bastante amplia, empezando a destacar en el campo de la pintura desde muy joven.

    Trabajará las dos corrientes de pintura de la época en la isla, por un lado la clásica de estilo bizantino, y por otro lado la moderna de estilo renacentista

    Fuente: www.wga.hu

    En 1563 ya era maestro de pintura, lo que hizo que buscara nuevos horizontes, marchando a Venecia (bajo cuyo dominio se encontraba Creta) en 1567, donde recibirá influencias de Tiziano y Tintoretto entre otros grandes artistas del momento, aunque todo lo que iba asimilando no se correspondía

    con un estilo único de pintura, sino que iba copiando aquellas características que más le asombraban de cada uno de los pintores en los que se fijaba; con especial énfasis en el uso del color y la perspectiva.

    Una de sus principales obras de esta época es “La curación del ciego” (1567) de gran influencia veneciana.


    "La curación del ciego" (1567).

    Fuente: http://es.wikipedia.org

    Al poco tiempo se marchará a Roma (1570), donde en 1572 obtiene permiso por parte del gremio de pintores para abrir su propio taller.

    Allí trató de hacerse un hueco entre los pintores de la época, pero no pasó de rodearse de personajes influyentes sin obtener grandes réditos, todo ello debido a la tremenda competencia que existía en la capital

    Empieza a sopesar la opción de marchar a España, donde pretenderá triunfar en Madrid, y donde según cree, tendrá más opciones de trabajar.

    Marchará a Toledo, en 1577, capital donde terminará de desarrollar por completo su estilo y técnica pictórica; y lugar que a la postre le cubriría de fama.

    Nada más llegar obtiene el encargo de realizar el Retablo de la iglesia de Santo Domingo el Antiguo, una composición de 9 lienzos, entre los que destaca “La trinidad”.

    Para la Catedral de Toledo realizará “El Expolio”, entre 1577-1579, una de sus obras más famosas.

    Hacia 1580, pintará otra de sus obras más conocidas, “El caballero de la mano en el pecho”, un cuadro en el que además de la fisionomía, destaca la transmisión de unos sentimientos e intenciones por parte del retratado.

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    "El caballero de la mano en el pecho" (Hacia 1580).

    Fuente: www.museodelprado.es

    Intentó que le hiciesen el encargo de la realización del fresco de “El Escorial”, que estaba en proceso de construcción en ese momento, para lo que envió algunas pinturas al monarca Felipe II, aunque con escaso éxito.

    Se empieza a notar por este periodo el “horror vacui” de la obra del pintor, que no es otra cosa que el “miedo” a los espacios vacíos en sus composiciones.

    En Toledo estará bajo la “protección” e influencia de personajes ricos e influyentes que realizarán periódicos encargos al pintor, unos encargos que según cuentan las crónicas de la época se pagaban a un precio mucho mayor de lo habitual y que hizo que “El Greco” llevará un nivel de vida holgado y de dispendio; especialmente entre 1586-1588, cuando pintará algunas de sus mejores obras.

    Entre estos años (1586-1588) pintará la que es quizás su obra más conocida, “El entierro del conde de Orgaz” para la Iglesia de Santo Tomé, una composición simétrica con el característico miedo al vacío y que en la época causó gran revuelo y gustó poco.

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    "El entierro del conde de Orgaz" (1586-1588).

    Fuente: http://es.wikipedia.org

    Seguirá con su labor pictórica, especialmente haciendo retratos de la élite, aunque su pintura parece detenerse en su crecimiento en estos momentos, se vuelve más apagada y utiliza colores de una paleta más fría hasta 1596, donde a partir de este momento volverá a su estilo habitual-

    Finalmente morirá en Toledo el 7 de Abril de 1614.www.aulafacil.com

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  2. El 18 de enero de 2013, se puede apreciar la "Curación del ciego" de El Greco, junta a otras obras en Museo del Arte, en este blog.

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