lunes, 11 de noviembre de 2013

EL MoMA ORGANIZARÁ LA PRIMERA GRAN RETROSPECTIVA DE LYGIA CLARK EN LOS ESTADOS UNIDOS

El MoMa organizará la primera gran retrospectiva de Lygia Clark en los Estados Unidos

6 Noviembre de 2013

El MoMa organizará la primera gran retrospectiva de Lygia Clark en los Estados Unidos

Óculos. 1968. Lygia Clark
Bajo el título "Lygia Clark", el MoMA - The Museum of Modern Art de Nueva York, presentará, entre el 10 de mayo y el 24 de agosto de 2014, la primera gran retrospectiva dedicada a la brasileña Lygia Clark(Belo Horizonte, 1920 - Río de Janeiro, 1988), en los Estados Unidos. Lygia Clark reunirá cerca de 300 trabajos realizados desde la década de 1950 hasta la década de 1980, entre ellos dibujos, pinturas, esculturas y obras participativas. Esta amplia muestra, que contará con préstamos de colecciones públicas y privadas, además de trabajos que se encuentran en el propio MoMA, ha sido organizada en torno a tres temas clave: abstracción, neo-concretismo y el abandono del arte.

La muestra estará comisariada por la estadounidense Connie Butler, curadora jefe del Hammer Museum, y por el venezolanoLuis Pérez-Oramas, curador Estrellita Brodsky de Arte Latinoamericano en el MoMA, quien también incluyó en la exposición "Inside/Outside" para el Pabellón de Brasil de la 55ª Bienal de Venecia, en cartel hasta el próximo 24 de noviembre, la obra de Clark 'Trepante/Obra Mole' (1965). Ésta no ha sido la única cita internacional destacada durante este 2013 con trabajos de la artista brasileña, ya que en la última Art Basel, una de sus galerías representantes, la londinense Alison Jacques Gallery, gracias a la colaboración de la familia Clark y The World of Lygia Clark Cultural Association, presentó, dentro de la sección Unlimited, una de sus 'maquetas Bicho' de su serie 'Arquitectura Fantástica'. Estos diseños los concibió, en 1963, con la intención de realizarlos a escala monumental mediante la colaboración de ingenieros y fabricantes, pero, en ese momento, debido a los altos costes de producción, no pudo llevarlos a cabo.
Lygia Clark comenzó sus estudios artísticos en 1947, en Río de Janeiro, bajo la dirección de Roberto Burle Marx y Zelia Salgado. En 1950, Clark viaja a París, donde estudió con Arpad Szenes, Dobrinsky y Fernand Léger. Después de su primera exposición individual en el Institut Endoplastique, en París, en 1952, la artista regresa a Río de Janeiro y expone en el Ministerio de Educación y Cultura. Clark fue una de los fundadores del Grupo Frente, en 1954, un colectivo integrado por Decio Vieira, Reuben Ludolf, Palatnik y João José da Costa, entre otros, que se dedicaba al estudio del espacio y la materialidad del ritmo, y con los que presentó sus "Superficies Moduladas, 1955-1957" y "Planos en superficie modulada, 1957-1958". En 1959, participa en la I Exposición de Arte Neoconcreto, firmando el Manifiesto Neoconcreto junto Amilcar de Castro, Gullar, Franz Weissmann, Lygia Pape, Reynaldo Jardim y Theon Spanudis.

En 1961, gana el premio a la mejor escultura en la 6ª Bienal de São Paulo, con "Criaturas". En 1968 presenta por primera vez en el MAM de Río de Janeiro, "La casa es el cuerpo", una instalación de ocho metros, que permite el paso de las personas en el interior, de modo que tengan la sensación de penetración, ovulación, germinación y expulsión del ser vivo. Ese mismo año, Clark se muda de nuevo a París y en 1976 regresa definitivamente a Rio de Janeiro. Ya en 1981, Clark reduce gradualmente el ritmo de sus actividades. En 1983 se publica en una edición limitada de 24 ejemplares, el "Libro Obra", un verdadero compendio de la trayectoria de Clark, desde sus primeras creaciones hasta el final de su fase neoconcreta. Tan sólo dos años antes de su muerte, en 1986, se celebró en el Paço Imperial de Río de Janeiro, el IX Salón de Artes Plásticas, con una sala especial dedicada a Hélio Oiticica y Lygia Clark. Sería la única retrospectiva que se le dedicó en vida. Entre las últimas retrospectivas que se le han organizado en su país está la celebrada el pasado año, en el Instituto Itaú Cultural de São Paulo, co-comisariada por Felipe Scovino y Paulo Sergio Duarte. ARTEINFORMADOwww.arteinformado.com

1 comentario:


  1. La trayectoria de la artista brasileña Lygia Clark ocupa una posición singular en el movimiento de crítica institucional que se desarrolla a lo largo de los años 1960 y 1970. En la época, artistas de distintos países toman como objeto de su investigación el poder institucional del así llamado “sistema del arte” en la determinación de sus obras, desde los espacios destinados a las mismas hasta las categorías a partir de las cuales la historia (oficial) del arte las califica, pasando por los medios empleados y los géneros reconocidos, entre otros elementos. La explicitación, la problematización y la superación de tales limitaciones pasan así a orientar la práctica artística como condición de su fuerza poética —la vitalidad propiamente dicha de la obra, de la cual emana su poder de interferencia crítica en la realidad—.

    En Brasil, la crítica a la institución artística se manifiesta desde comienzos de los años 1960 en prácticas especialmente vigorosas y se intensifica en el transcurso de esa década; y ya desde entonces lo hace en el seno de un amplio movimiento contracultural que persiste aun después de 1964, cuando se instala en el país una dictadura militar. Con todo, a finales de la década dicho movimiento empieza a flaquear debido al efecto de las heridas asestadas en las fuerzas de creación por el recrudecimiento de la violencia de la dictadura militar con la promulgación del Acto Institucional Número 5, el llamado AI5,[2] en diciembre de 1968. Muchos artistas son forzados a exiliarse, ya sea por el riesgo inminente de ser encarcelados o sencillamente porque la situación se había vuelto intolerable: tal fue el caso de Lygia Clark. Como todo trauma colectivo de ese porte, el debilitamiento del poder crítico de la creación por efecto del terrorismo de Estado se extiende durante una década más, tras el regreso a la democracia de los años ochenta, cuando se instala el neoliberalismo en el país. A excepción de un breve período de agitación cultural en el seno del movimiento por el fin de la dictadura, a comienzos de los años ochenta, sólo más recientemente la fuerza crítica del arte se ha vuelto a activar con una generación que se afirma a partir de la segunda mitad de los años noventa, con cuestiones y estrategias concebidas en función de los problemas que trae aparejados el nuevo régimen, entonces sí ya plenamente instalado.
    Suely Rolnik
    eipcp.net

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