La obra que aquí nos ocupa está precisamente basada en la estética postimpresionista del puntillismo y el divisionismo que tuvo a Seurat y Signac como máximos exponentes, sin embargo Matissepreludia ya las formas coloristas que se desarrollarán en la vanguardia fauvista del XIX.
La obra fue realizada en torno a 1904 y basada en un poema del escritor francés Charles Baudelaire conocido como Invitación al viaje que está recogido dentro de su obra Las Flores del Mal. Parece ser que el artista pintó el lienzo cuando visitaba Saint Tropez junto con el mismísimo Signac y expuesto por primera vez en el Salón de los Independientes y posteriormente en el Salón de Otoño de 1905 donde fue adquirido por Signac.
La obra representa una escena idílica en la playa de Saint Tropez: allí, al rubor del atardecer reflejado en el agua, un hombre vestido aparece merendando pacíficamente junto con seis mujeres desnudas en distintas posturas. El propio Matisse nos habla en esta ocasión de cómo es el ambiente el que determina a cada uno de los objetos de la composición; así, apenas parecen importantes los personajes representados –de hecho el artista no pone demasiado énfasis en su individualización- sino el ambiente en el que la escena se desarrolla.
La composición se basa en horizontales fuertemente marcadas como la que describe la línea del horizonte y que se contrarresta con la vertical marcada por el árbol de la esquina.
La obra sigue las pautas divisionistas de la técnica puntillista más depurada pero en ella también son apreciables los primeros pasos fauvista con una ligera interpretación subjetivista para los colores de los objetos representados. Pero Matisse también recurrió a la tradición ya que la temática de su obra engloba perfectamente dentro de las series de Bañistas realizadas por Cezanne o la influencia de aquella Arcadia pastoril que Giorgione representó en su Tormenta.
Pese a todo la influencia clasicista no fue duradera en el artista, tan sólo un años después Matisse realizó la obra que le consagraría como el padre de la estética fauvista“La alegría de vivir”, un lienzo que se basaba en la libre interpretación cromática además de la disposición de colores contrastados.
La invitación al viaje de Charles Baudelaire Mi niña, mi hermana, ¡Piensa en la dulzura De vivir allá juntos! Amar libremente, ¡Amar y morir En el país que a ti se parece! Los soles llorosos De esos cielos encapotados Para mi espíritu tienen la seducción Tan misteriosa De tus traicioneros ojos, Brillando a través de sus lágrimas.
Allá, todo es orden y belleza, Lujo, calma y voluptuosidad.
Muebles relucientes, Pulidos por los años, Decorarían nuestra alcoba; Las más raras flores Mezclando sus olores Al vago aroma del ámbar Los ricos artesonados, Los espejos profundos, El esplendor oriental, Todo allí hablaría Al alma en secreto Su dulce lengua natal.
Allá, todo es orden y belleza, Lujo, calma y voluptuosidad.
Mira en esos canales Dormir los barcos Cuyo humor es vagabundo; Es para saciar Tu menor deseo Que vienen desde el cabo del mundo. —Los soles en el ocaso Recubren los campos, Los canales, la ciudad entera, De jacinto y de oro; El mundo se adormece En una cálida luz
Allá, todo es orden y belleza, Lujo, calma y voluptuosidad. "Baudelaire describe El Viaje en su poema más celebrado. El viaje nace de la insatisfacción por lo conocido y no termina nunca porque todo lo que se va dejando atrás se convierte en lo conocido. El viajero alimenta su propio descontento viajando, que es el único modo de descubrir lo nuevo. Así Baudeaire se refiere a las escasas aventuras que el viaje nos depara como ´un oasis de horror en un desierto de tedio`."www.disonancias-zapata.blogspot.com Tiene que ver con la obra de Henri Matisse:Lujo calma y voluptuosidad-
La invitación al viaje
ResponderEliminarde Charles Baudelaire
Mi niña, mi hermana,
¡Piensa en la dulzura
De vivir allá juntos!
Amar libremente,
¡Amar y morir
En el país que a ti se parece!
Los soles llorosos
De esos cielos encapotados
Para mi espíritu tienen la seducción
Tan misteriosa
De tus traicioneros ojos,
Brillando a través de sus lágrimas.
Allá, todo es orden y belleza,
Lujo, calma y voluptuosidad.
Muebles relucientes,
Pulidos por los años,
Decorarían nuestra alcoba;
Las más raras flores
Mezclando sus olores
Al vago aroma del ámbar
Los ricos artesonados,
Los espejos profundos,
El esplendor oriental,
Todo allí hablaría
Al alma en secreto
Su dulce lengua natal.
Allá, todo es orden y belleza,
Lujo, calma y voluptuosidad.
Mira en esos canales
Dormir los barcos
Cuyo humor es vagabundo;
Es para saciar
Tu menor deseo
Que vienen desde el cabo del mundo.
—Los soles en el ocaso
Recubren los campos,
Los canales, la ciudad entera,
De jacinto y de oro;
El mundo se adormece
En una cálida luz
Allá, todo es orden y belleza,
Lujo, calma y voluptuosidad.
"Baudelaire describe El Viaje en su poema más celebrado. El viaje nace de la insatisfacción por lo conocido y no termina nunca porque todo lo que se va dejando atrás se convierte en lo conocido. El viajero alimenta su propio descontento viajando, que es el único modo de descubrir lo nuevo. Así Baudeaire se refiere a las escasas aventuras que el viaje nos depara como ´un oasis de horror en un desierto de tedio`."www.disonancias-zapata.blogspot.com Tiene que ver con la obra de Henri Matisse:Lujo calma y voluptuosidad-