Somos con Sisley una especie de cola del impresionismo, decía Camille Pisarro (1830-1903), que durante mucho tiempo sufrió las angustias de no poder vender sus cuadros. Después de su infancia en las Antillas danesas, Pisarro huyó a Venezuela para dedicarse al dibujo. Finalmente, en 1855 su padre acepta que se forme en París, donde trabajará junto al "padre Corot", y después a Daubigny y Courbet. Hacia fines de la década de 1860 frecuenta el café Guerbois, donde se encuentran los futuros impresionistas. Crea entonces un estilo personal, interesándose menos en las variaciones de la luz y del cielo que en el estructura geométrica de los paisajes, su principal tema-exactamente como lo hará Cézanne.
Somos con Sisley una especie de cola del impresionismo, decía Camille Pisarro (1830-1903), que durante mucho tiempo sufrió las angustias de no poder vender sus cuadros. Después de su infancia en las Antillas danesas, Pisarro huyó a Venezuela para dedicarse al dibujo. Finalmente, en 1855 su padre acepta que se forme en París, donde trabajará junto al "padre Corot", y después a Daubigny y Courbet. Hacia fines de la década de 1860 frecuenta el café Guerbois, donde se encuentran los futuros impresionistas. Crea entonces un estilo personal, interesándose menos en las variaciones de la luz y del cielo que en el estructura geométrica de los paisajes, su principal tema-exactamente como lo hará Cézanne.
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