viernes, 2 de marzo de 2012

LA OBRA DE ALONSO BERRUGUETE,ESPAÑA(1490-1561)


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  1. Alonso Berruguete fue un escultor de la escuela castellana, hijo del consagrado pintor Pedro Berruguete.
    Muy joven marchó a Italia, donde estudió pintura, escultura y arquitectura, regresando a España en el año 1517 o 1518. Se trasladó hasta Granada para realizar distintas obras de pintura, una disciplina que fue abandonando poco a poco en favor de la escultura, una actividad en la que supo plasmar con fidelidad el espíritu castellano, poco delicado y sí pleno de apasionamiento.
    Tuvo una buena formación italiana en las ciudades de Florencia y Roma, tanto en pintura como en escultura. Está documentada su presencia en Roma por el concurso que tuvo lugar entre 1506 y 1507 en que se pedía hacer una copia en cera del grupo escultórico Laoconte y sus hijos, en el que actuaron como jueces Bramante y Rafael. Vasari cuenta este episodio en su obra Vida de Jacopo Sansovino:
    Habiendo visto Bramante, que habitaba este palacio [de Belvedere], los dibujos de Jacopo, le cobró tal amistad, que le encargó que modelara en cera el grupo de Laoconte, que también copiaban el español Alonso Berruguete, Zcheria Volterra y el Vecchio de Bolonia, para fundirlo en bronce. […]
    Obra escultórica

    La mayor parte de sus relieves y estatuas fueron concebidos para retablos de vastas proporciones. Trabajó en la estructura de muchos de ellos, rompiendo con la cuadrícula tradicional y creando escenarios especiales para sus figuras.
    La gran obra escultórica de Berruguete se inició con la talla del retablo de La Mejorada de Olmedo (Valladolid), actualmente dispuesto en la capilla del colegio de San Gregorio (sede del Museo Nacional de Escultura). Es un retablo de estructura clasicista con un aporte manierista en su composición.
    Su obra maestra fue el monumental retablo de la iglesia del monasterio de San Benito de Valladolid —1527— compuesto de relieves de figuras de bulto redondo y estatuillas en los intercolumnios. Otra de sus grandes obras fue el retablo de la Adoración de los Reyes Magos para la iglesia de Santiago de Valladolid, en que la escena de la adoración es la culminación del más vehemente movimiento; se adivina en este grupo escultórico la influencia de las pinturas de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Esa misma intensidad de movimientos se contempla en la escena de la Visitación que se exhibe en el museo de Santa Cruz de Toledo.
    Las dos creaciones cumbres de su última etapa son las esculturas de la Transfiguración, una de la catedral de Úbeda y la otra de la catedral de Toledo. A este trabajo hay que añadir los relieves de parte de la sillería del coro de esta catedral con figuras de santos y profetas que muestran un exaltado arrebato y fuego interior.[1]
    La última obra que realizó fue el sepulcro del cardenal Tavera para el Hospital de Afuera (Hospital de Tavera) de Toledo. Para esculpir el rostro del cardenal empleó una mascarilla del difunto —que se conserva en este edificio— consiguiendo así un efecto extremadamente realista. Esta escultura mortuoria se considera como una continuación de los sepulcros labrados por Fancelli, tema que ya había casi desaparecido.[2]
    Forma de trabajo y creación de escuela

    Sus composiciones se alejan del estilo renacentista italiano, puesto que carecen de serenidad y reposo, teniendo en cambio un estilo personal y una gran emoción que lo acerca al Manierismo. Una característica inconfundible de este autor son las figuras alargadas.
    Alonso Berruguete trabajaba deprisa, cometiendo bastantes errores que después arreglaba con yeso y pintura.[3] Creó escuela y tuvo muchos seguidores cuya obra puede rastrearse en La Rioja, Cuenca y Toledo. Sobre todo en la ciudad de Cuenca donde hubo una verdadera producción de retablos renacentistas. www.enciclopedia.us.es

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