martes, 20 de diciembre de 2011

DAVID LYNCH-CLUB SILENCIO-EN PARÍS

David Lynch Mulholland Drive para abrir al estilo club nocturno en París

Club Silencio, inspirado en un escenario clave de la película de Lynch 2001, se incorporará una sala de conciertos, restaurante, biblioteca y cine
El Club Silencio escena a partir de 2001 la película de David Lynch, Mulholland Drive
El Club Silencio escena a partir de 2001 la película de David Lynch, Mulholland Drive. Fotografía: La Beca Ronald Archivo
Fue concebido como una serie de televisión y puesto en libertad como una característica independiente. Ahora resulta que David Lynch 's aclamadas Mulholland Drive está configurado para un contrato de arrendamiento más de la vida, en la apariencia de un club nocturno parisino .
  1. Mulholland Drive
  2. Año de producción:2001
  3. País: EE.UU.
  4. Cert (Reino Unido): 15
  5. Duración: 146 minutos
  6. Directores: David Lynch
  7. Elenco: Justin Theroux, Laura Harring, Naomi Watts
  8. Más información sobre esta película
Club Silencio, inspirada en un lugar clave de la enigmática película de Lynch 2001, se inaugurará en la capital francesa este mes de septiembre, repleto, con un interior diseñado por el propio director. "Me gusta cómo la arquitectura y el diseño crean el estado de ánimo", explicó Lynch a The New York Times.
Aclamado por la crítica como una de las mejores películas de Lynch, Mulholland Drive gráficos de las aventuras de una joven estrella de Hollywood y una femme fatale amnésico. Su viaje los lleva detrás de las cortinas de terciopelo rojo en el "Club Silencio", donde se les asegura que una multitud de misterios - el significado de la llave azul, el paradero de la tía Ruth - se explica.
Con base en la calle de Montmartre, el de la vida real del Club Silencio se informa, incluye una sala de conciertos, restaurante, biblioteca y cine.Visitantes es previsible que se aconseja evitar el contenedor por la parte trasera, donde se rumorea que un vagabundo se encuentra a la espera.
www.guardian.co.uk

1 comentario:



  1. Más de un siglo después, en el piso principal de este imponente edificio, levantado en 1883 por el arquitecto Ferdinand Bal y soportado por dos cariátides y dos atlantes, símbolos del periodismo y la tipografía, se sigue leyendo la cabecera del diario financiero La France, Journal du Soir, cuya redacción heredaría L’Aurore. Ni siquiera los carteles del supermercado Dia consiguen afear este lugar lleno de historias, al frente del cual fue asesinado el líder socialista francés Jean Jaurès.

    Hoy, la leyenda más misteriosa del barrio toma su nombre del local subterráneo situado en el flanco derecho del inmueble. La entrada es un agujero negro rectangular, y no tiene rótulo ni placas, como corresponde a un sitio semisecreto que arrastra desde antes de su apertura, hace ahora casi dos años, un aura de arcano. Se llama Silencio, y es un club nocturno y un centro cultural de culto concebido y diseñado por el cineasta, fotógrafo, pintor y músico estadounidense David Lynch, inspirándose en el perturbador Club Silencio que se veía en su película Mulholland drive.

    El conserje que permite (o no) el acceso a Silencio parece salido de Blue velvet. Es negro y fornido, lleva traje negro, zapatos negros, camisa negra y una corbata tan negra como la pintura de la entrada y la luz que se adivina dentro. El iPad que lleva en la mano hace juego con el cordón negro y los soportes plateados que impiden (¿o no?) el paso al visitante.

    Son las seis y media de la tarde de un sábado, el verano ha llegado por fin a París y Silencio acaba de abrir. El horario es de seis de la tarde a seis de la mañana, según explica su web, que añade: “Hasta la medianoche el acceso está restringido a los socios y sus invitados, que pueden asistir a conciertos, proyecciones de películas y otras performances”.

    La web de Silencio, no hace falta decirlo, es negra y sutil como el silencio, y ofrece sigilosas sugerencias: “Conciertos de artistas en residencia. Estrenos, películas de la semana y retrospectivas”. Y más: “Amplia selección de cócteles originales y únicos, vinos y destilados, comida de picar y degustaciones”.

    Ya. ¿Pero cómo se entra? Respuesta de un productor de cine que sale de noche: “Siendo socio, pero es carísimo”. Pinchando el enlace adecuado, aparecen las tarifas. La tarjeta de socio normal cuesta 840 euros —impuestos incluidos— por año, o 70 euros al mes. El abono + (Premium) se pone en 1.620 euros al año, o 135 al mes. Y el reducido*, 420 anuales o 35 mensuales. El * significa que hay que ser menor de 30 años o residente en el extranjero (main residence abroad).

    Problema: hacerse pasar por “under 30” es inviable. Así que elegimos “residentes en el extranjero” y rellenamos el formulario. Tras los habituales monsieur / madame, dirección y edad, piden detalles profesionales, ocupación actual y condición intelectual del aspirante: creación, producción o mediación.

    Tras pinchar las tres, por si acaso, está hecho. Unos días después llega un correo electrónico. “Estamos encantados de tenerle como socio, bla, bla, bla. Mándenos un email con su RIB (cuenta corriente) y emitiremos su tarjeta”. Tribulaciones, arrepentimiento. ¿420 euros? ¿Se habría hecho Groucho Marx socio de este club? Regreso a la web: contactar con el departamento de prensa. Pasan los días, y no hay respuesta. Nuevo contacto. Silencio.

    Así pues, hoy es sábado, brilla el sol, y las cariátides y los atlantes dicen que es el momento de dar la cara ante el portero. El tipo es un encanto, y explica que solo está ahí para comprobar las tarjetas de los socios. “Explique su caso en recepción”.

    Bajando 46 escalones, mientras contemplas las paredes negras cubiertas de fotografías en blanco y negro de Paolo Pellegrini, has entrado a Silencio. La recepcionista rubia viste de negro y mira con cara de no entender nada.

    (...)




    Miguel Mora para cultura.elpais.com/ 2013

    ResponderEliminar