lunes, 15 de agosto de 2011

EL SABER DEL PSICOANALISTA (1972)-JACQUES LACAN

"El saber del psicoanalista"
Jacques Lacan
Clase 5 - 3 de Marzo de 1972

Me disculpo, es la primera vez que me atraso, les aviso: estoy enfermo. Ustedes están acá, yo también, es mejor para ustedes. Quiero decir con eso que me siento anormalmente bien bajo la influencia de una pequeña temperatura y de algunas drogas de modo que si en algún momento esta situación cambiara, de pronto espero que quienes me escuchan desde hace tiempo, explicarán a los nuevos que sería la primera vez que me ocurre.
Por lo tanto voy a tratar esta noche de estar entonces al nivel de lo que esperan, lo que esperan acá donde dije que me divierto. No es absolutamente forzoso que todo quede siempre en el mismo tono. Ustedes querrán disculparme, no será debido ciertamente a mi estado anormal. Estará sin duda en la tónica de lo que esta noche tengo intención de decirles.
En otro lado, evidentemente, no escatimo a mi auditorio. Si algunos que están acá — veo a algunos de ellos— recuerdan de qué hablé la última vez, hablé en suma de esto que resumí en el nudo borromeo, quiero decir una cadena de tres, y tal que, de separar uno de estos anillos de esta cadena, los otros dos ya no pueden mantenerse juntos ni un instante. ¿De dónde proviene esto? Evidentemente, estoy obligado a explicárselos puesto que después de todo no estoy seguro de que dado tan simple, como en bruto, así, resulte suficiente para todos.
Viene a ser una cuestión concerniente a lo que es condición para el discurso del inconsciente, es decir una cuestión planteada a lo que es ellenguaje. En efecto, es una pregunta que no está resuelta. El lenguaje debe ser abordado en su gramática, en cuyo caso —es seguro— responde a una topología...
X: —¿Qué es una topología?
LACAN —¿Qué es una topología? ¡Qué amable es esta persona! Una topología, en algo que tiene una definición matemática. La topología es esto que se aborda primero con relaciones no métricas, relaciones reformables. Es propiamente hablando el caso de estas especies de círculos blandos que constituían mi:
TE PIDOQUE ME RECHACESLO QUE TE OFREZCO
Cada uno es una cosa cerrada blanda y que sólo se sostiene por estar encadenada a las otras.
Nada se sostiene solo. Esta topología, debido a su inserción matemática, está ligada a relaciones —es justamente lo que demostraba mi último seminario— está ligada a relaciones de pura significancia, es decir que, por cuanto estos tres términos son tres, vemos que la presencia del tercero establece entre los otros dos una relación. Esto es lo que quiere decir el nudo borromeo.
*
Hay otra manera de abordar el lenguaje y por supuesto la cosa es actual, es actual por cuanto alguien que nombré —ocurre que lo nombré justamente después de que lo hiciera Jakobson aunque, como sucede, lo habla conocido justo antes— y a saber es alguien llamado René Thom, quien intenta en suma, ciertamente no sin haber despejado ya algunas vías, abordar la cuestión del lenguaje bajo el sesgo semántico, es decir, no de la combinación significante en tanto la matemática pura puede ayudarnos a concebirla como tal, sino bajo el ángulo semántico, es decir, no sin recurrir también a la matemática, a encontrar en ciertas curvas, agregaría, ciertas formas, agregaría, que se deducen de estas curvas, algo que nos permitirla concebir al lenguaje como, diría, algo como el eco de lo fenómenos físicos. Es a partir, por ejemplo, de lo que es pura y simplemente comunicación de fenómenos de resonancia que se elaborarían curvas que, por valer en cierto número de relaciones fundamentales, se verían secundariamente reunidas, homogeneizadas, si se puede decir, tomadas en un mismo paréntesis de donde resultarían las diversas funciones gramaticales. Me parece que ya hay un obstáculo al concebir las cosas así: que nos vemos obligados a poner bajo el mismo término "verbo" tipos de acción muy diferentes. ¿Por qué habría el lenguaje, de alguna manera, reunido en una misma categoría funciones que no pueden concebirse en su origen más que bajo modos de emergencia muy diferentes? Sin embargo la cuestión sigue en suspenso.
Es cierto que habría algo infinitamente satisfactorio de considerar que el lenguaje está de alguna manera modelado sobre las funciones que se le suponen a la realidad física, aún cuando esta realidad no sea abordable sino por el sesgo de una funcionalización matemática.
*
Lo que estoy, en cuanto a mí, a punto de decirles a ustedes, es algo que esencialmente se liga al origen puramente topológico del lenguaje. De este origen topológico creo poder dar cuenta a partir de que está ligado esencialmente a algo que aparece bajo el sesgo, en el ser parlante, de la sexualidad. El ser parlante, es parlante a causa de ese algo que le ocurrió a la sexualidad porque ¿es el ser parlante?, es un asunto que me abstengo de zanjar, dejándoles la preocupación.
El esquema fundamental de lo que está en cuestión y que trataré de desarrollar un poco esta noche con ustedes, es esto: la función llamada"sexualidad" está definida, en tanto sepamos algo de esto —sabemos algo, después de todo aunque no fuese más que por experiencia — por esto de que los sexos son dos, sea lo que piense una autora célebre quien, debo decir, en su tiempo, antes de que hubiera engendrado ese libro que se llama "El segundo sexo", creyó en razón de no se qué orientación— porque en verdad yo no había empezado aún a enseñar nada— creyó tener que dirigirse a mí antes de engendrarlo. Me llamó por teléfono para decirme que indudablemente necesitaba mis consejos para aclarar lo que correspondía al aporte psicoanalítico en su obra. Como le hice observar que harían falta por lo menos —es un mínimo puesto que hablo de hace veinte años, y no es por casualidad— que harían falta al menos cinco o seis meses para que le resuelva la cuestión, me hizo observar que no era cuestión, por supuesto, de que un libro que ya estaba en curso de ejecución esperara tanto tiempo, ya que considerando las leyes de la producción literaria, habla descartado el tener conmigo más de tres o cuatro charlas. Después de lo cual, decliné este honor.
El fundamento de lo que estoy, desde hace un momento, sacando para ustedes, muy precisamente desdén el año pasado, consiste muy precisamente en que no hay segundo sexo. No hay segundo sexo desde que entra en función el lenguaje. O para decir las cosas de otro modo en lo que respecta a lo que se llama la heterosexualidad, es muy precisamente esto: es que la palabra "heteros", que es el término que sirve para decir "otro" en griego, está muy precisamente en esta posición, por la relación que en el ser parlante se llama sexual, de vaciarse en tanto ser, y es precisamente este vacío lo que ofrece a la palabra que llamo el lugar del Otro, a saber aquello donde se inscriben los efectos de la susodicha palabra. No voy a enriquecer lo que digo  — porque después de todo nos retardaría acá— con algunas referencias etimológicas, cómo "héteros" se dice en cierto dialecto griego que les ahorraré incluso nombrarles, "ateros", cómo este "héteros" se reúne a "déuteros", y marca muy precisamente que este "déuteros" en este caso, es si puedo decirlo, elidido.
fig 1
Está claro que esto puede parecer sorprendente, como es evidente que desde hace mucho tiempo una fórmula tal — porque no conozco datos de alguna época en que hubiese sido formulada — una fórmula tal es precisamente lo que es ignorado. Pretendo sin embargo y sostengo —es lo que pueden ver en el pizarrón— que es esto lo que aporta la experiencia psicoanalítica. Para esto, recordemos sobre qué descansa lo que podemos tener de la concepción, no de la heterosexualidad —puesto que está en suma muy bien nombrada, si siguen lo que acabo de decir hace un instante— sino de la bisexualidad.
Llegados a este punto de nuestros enunciados concernientes a dicha sexualidad, qué tenemos? Aquello a lo que nos referimos —y no crean que cae por su propio peso— es al modelo supuesto animal. Hay por lo tanto una relación entre los sexos y, la imagen animal de la copulación, que nos parece un modelo suficiente para nosotros en cuanto a la relación y, al mismo tiempo, por ser sexual, es considerado como necesidad, No es esto — lejos de ahí, créanlo — lo que fue desde siempre. No tengo necesidad de recordar lo que quiere decir "conocer" en el sentido bíblico del término. Desde siempre la relación del nous [nota del revisor: pensamiento] a algo que sufriría su impronta pasiva, que se llama de diversos modos, pero seguramente cuya de nominación griega más usual es la de la "hylé" [n. del rev.: materia] desde siempre el modo de relación que se engendra desde el espíritu ha sido considerada como modeladora, no simplemente de la relación animal, sino el modo fundamental de ser lo que se consideraba como ser el mundo. Los chinos, desde hace mucho tiempo, apelan a dos esencias fundamentales que son respectivamente la esencia femenina que llaman el Yin, para oponerla al Yang, que resulta que escribí —por casualidad sin duda— debajo.
Si hubiera una relación articulable en el plano sexual, si hubiera una relación articulable en el ser parlante, debería enunciarse -esa es la cuestión- de todos los de un mismo sexo a todos los del otro. Es evidentemente la idea que nos supere, en el punto en que estamos, la referencia a lo que llamé el modelo animal: aptitud de cada uno de un lado para valer para todos los otros del otro. Ustedes ven que el enunciado se promulga según la forma, la forma semántica significativa del Universal. De reemplazar, en lo que llamé "cada uno" por "cualquiera" o por "no importa quién" —no importa quién de uno de estos lados— estaríamos completamente en el orden de lo que sugiere lo que se llamaría —reconozcan en este condicional algo a lo que hace eco mi "Discurso que no sería del semblante" — y bien, de reemplazar "cada uno" por cualquiera", estarían en esta indeterminación de lo que es elegido en cada "todos" para responder a todos los otros.  
El "cada uno" que empleé primero tiene de todos modos este efecto de recordarles que, después de todo, si me atrevo a decirlo, la relación efectiva no deja de evocar el horizonte del "uno a uno", del "a cada uno su cada una". Esto, correspondencia biunívoca, hace eco a lo que sabemos que es esencial para presentificar el número. Observemos que no podemos desde el principio eliminar la existencia de estas dos dimensiones y que se puede hasta decir que el modelo animal es justamente lo que sugiere el fantasma "anímico". Si no tuviéramos este modelo animal, aún si la elección es por encuentro, el acoplamiento biunívoco es lo que aparece, a saber que hay dos animales que copulan juntos, y bien, no tendríamos esta dimensión esencial que consiste precisamente en que el encuentro es único. No es por casualidad si digo que es a partir de ahí, de ahí solamente que se fomenta el modelo anímico: podemos llamarlo el encuentro de alma a alma. Quien conozca la condición del ser parlante no tendrá en todo caso que sorprenderse de que el reencuentro a partir de este fundamento, se repita justamente en tanto que único. No hay necesidad de hacer entrar en juego acá alguna dimensión de virtud. Es la necesidad misma de lo que, en el ser parlante resulta único en producirse: es que se repite.
Seguramente por eso, es que solamente en el modelo animal , se sostiene y se fomenta el fantasma que me "anímico", sea que sea un fantasma que está ahí para decir: "el lenguaje no existe" lo que no carece evidentemente de interés en el campo analítico.
Lo que nos da la ilusión de relación sexual en el ser parlante, es todo lo que materializa a lo Universal en un comportamiento que efectivamente es de barra en las relaciones entre los dos sexos. Ya subraye que en la búsqueda, o en la cacería como ustedes quieran, sexual, los pibes se alientan y que, en cuanto á las chicas, les gusta relevarse mientras len conviene. Es una observación etológica, que hice yo mismo, pero que no resuelve nada, porque alcanza con reflexionar para ver ahí un giro lo bastante equivoco como para que no pueda sostenerse mucho tiempo. Para ser acá más insistente y atenerme al nivel de la experiencia más chata —quiero decir "a ras del piso"— la experiencia analítica, les recordaré que lo imaginario, que es lo que reconstituimos en el modelo animal — que reconstituimos a nuestro modo, por supuesto, porque está claro que no podemos reconstruirlo más que por la observación— pero, de lo imaginario, por el contrario, obtenemos una experiencia, una experiencia que no es cómoda, pero que el psicoanálisis nos ha permitido extender y, para decir las cosas crudamente, no me será difícil hacerme entender si digo —voy a nombrarlo crudamente aunque es cruel la palabra que hay que decir, y bien ¡Dios mío!, que en todo encuentro sexual, si hay algo que el psicoanálisis permite adelantar es sin duda no sé qué perfil de otra presencia para el cual el término vulgar de "joda" no está absolutamente excluido. Esta referencia en sí misma no tiene nada de decisivo puesto que después de todo podríamos poner cara seria y decir que es justamente ése el estigma de la anomalía, como si lo normal —en dos palabras— fuera situable en alguna parte. Es seguro que al plantear ese término, el que acabo de rotular con este nombre vulgar, no busqué hacer vibrar en ustedes la lira erótica y que si tiene simplemente un pequeño valor de despertar, que les dé al menos esta dimensión, no la que acá haría eco de Eros, sino simplemente la dimensión pura del despertar. ¡Ciertamente no estoy aquí para divertirlos en esa línea!
Intentemos ahora despejar lo que hace al parentesco de lo Universal en nuestro asunto, a saber, el enunciado por el cual los objetos deberían repetirse en dos "todos" de equivalencia opuesta. Acabo de hacerles ver que de ningún modo viene al caso exigir la equinumericidad de los individuos y agregarla que creí sostener lo que tenía que decir simplemente desde la biunivocidad del acoplamiento. Son lo que sería, si fuera posible, dos Universales definidos entonces por el sólo establecimiento de la posibilidad de una relación del uno al otro o del otro al uno. Dicha relación no tiene absolutamente nada que ver con lo que se llama corrientemente relaciones sexuales. Se tienen un montón de relaciones en relación a esto. Y, sobre estas relaciones, se tienen también un montón de pequeños relatos eso ocupa nuestra vida terrena... Al nivel en que lo ubico se trata de fundar esta relación en universales¿cómo el universal "Hombre" se relacióna con el universal "Mujer"?, donde la pregunta se nos impone por el hecho de que el lenguaje exige precisamente que sea por ahí que se funde. Si no hubiese lenguaje, y bien, no habría tampoco pregunta. No tendríamos que hacer entrar en juego lo universal.
Esta relación, para precisar, volver al Otro absolutamente extraño a lo que podría ser pura y simplemente secundante, es lo que quizás esta noche me obligará, a acentuar la A con la que marco a este Otro como vacío, con algo suplementario, una "H", y el "Hotro", que no sería una manera tan mala de hacer entender la dimensión de "Huno" que puede acá entrar en juego, para hacernos ver que, por ejemplo, todo lo que tenemos en tanto elucubraciones filosóficas no había salido por casualidad de un tal Sócrates, manifiestamente histérico, quiero decir clínicamente. En fin tenemos el relato de sus manifestaciones de orden cataléptico. El tal Sócrates, si pudo sostener un discurso que no por nada está en el origen del discurso de la ciencia, fue precisamente por haber hecho venir, como lo defino en el lugar de la apariencia, al sujeto y esto pudo hacerlo— muy precisamente en razón de esa dimensión que para el presentificaba el "Hotro" como tal, a saber este odio de su mujer, para llamarlo por su nombre esta persona era su mujer al punto que "se mujereaba" a tal punto que el, en el momento de su muerte, tuvo que rogarle educadamente que se retirara para dejar a la susodicha, la susodicha muerte, toda su significación política. Es simplemente una dimensión de indicación concerniente al punto en que yace la cuestión que estamos planteando.
Dije que, si podemos decir que no hay relación sexual, no es ciertamente en forma inocente, sino por la experiencia, a saber un modo de discurso que en absoluto es el de la Histérica, sino el que inscribe bajo una repartición cuadrípódica como siendo el discurso analítico, y en tanto lo que surge de ese discurso es la dimensión nunca hasta ahora evocada de la función fálica, a saber ese algo por el cual no es a partir de la relación sexual como se caracteriza al menos uno de los dos términos y precisamente aquél al cual se liga acá esta palabra, el Huno, no porque su posición de Huno sería reducible a ese algo que denominamos con el término "macho", o sea en la terminología china, la esencia del Yang, sino precisamente por el contrario en razón de lo que, después de todo, por ser recordado para acentuar el sentido, el sentido velado porque nos viene de lejos, del término de órgano, es justamente lo que no es órgano. para acentuar las cosas, más que como un utensilio. Es alrededor del utensilio que la experiencia analítica nos incita a ver girar todo lo que se enuncia de la relación sexual. Esto es una novedad, quiero decir,responde a la emergencia de un discurso que seguramente nunca había salido a luz hasta el momento y que no podía concebirse sin la previa emergencia del discurso de la ciencia en tanto que es inserción del lenguaje en lo real matemático.
Dije que lo que estigmatiza a esta relación por estar; profundamente subvertida en el lenguaje, es muy precisamente que ya no hay medio, como se hizo sin embargo pero en una dimensión que me parece de espejismo, ya no puede escribirse en términos de esencia masculina y femenina. Qué es esto de "no poder escribirse", qué quiere decir, ya que después de todo, eso ya se escribió. Si vuelvo a plantear esta antigua escritura en nombre del discurso analítico;  podrían objetarme una objeción mucho más válida: que lo escribo, también yo, ya que también —es lo que acabo de mostrar una vez más en el pizarrón— es algo que pretende  soportar ¿qué cosa de una escrituraLa trama del asunto sexual.
No obstante esta escritura no se autoriza, no toma su forma más que a partir una escritura muy especificada, a saber la que permitió introducir en la lógica la irrupción, precisamente, de lo que se me preguntaba hace un rato, a saber, una topología matemática. No es más que a partir de la existencia de la formulación de esta topología que pudimos imaginar que hacíamos función preposicional de toda proposición, es decir, algo que se especifica por el lugar vacío que se deja ahí y en función del cual se determina el argumento.
*
Acá quiero hacerles notar que precisamente, lo que tomo en esta ocasión de la inscripción matemática en tanto se sustituye a las primeras formas, no digo formalizaciones, a las formas esbozadas por Aristóteles en un estilo logístico, es que esta inscripción bajo el término función—argumentopodía, parece, ofrecernos un término cómodo para especificar la oposición sexual. ¿Qué haría falta ahí? Alcanzaría que las funciones respectivas del macho y de la hembra se distinguiesen muy precisamente como el Ying y el Yang. Es precisamente por ser única la función, por tratarse siempre de  F (Fi)  de x, que se engendra, como lo saben — como es posible, por el sólo hecho de que ustedes estén acá, que dejen de tener al menos una mínima idea acerca de eso— que se engendra la dificultad y la complicación.
F (Fi) de x afirma que es verdad —es el sentido que tiene el término función— que es verdad que lo que se refiere al ejercicio, al registro del acto sexual, depende de la función fálica. Es precisamente en tanto se trata de función fálica, del lado que lo miremos, quiero decir de un lado o del otro, que algo nos solicita preguntar entonces en qué difieren los dos compañeros y es precisamente lo que inscriben las fórmulas que puse en el pizarrón.
Si se verifica que, por el hecho de dominar igualmente a los dos partenaires, la función fálica no los hace diferentes, igualmente queda que es en otro lugar donde debemos buscar primero la diferencia. Y es en lo que estas fórmulas, las inscriptas en el pizarrón, merecen ser interrogadas era las dos vertientes, la vertiente de la izquierda que se opone a la vertiente de la derecha, el nivel superior que opone al nivel inferior, ¿qué quiere decir esto? Lo que quiere decir merece ser atendido, si puedo decirlo, o sea ser interrogado, diría primero sobre aquello en lo cual pueden dar muestras de un cierto abuso.
fig 2
Está claro que no porque me valí de una formulación hecha de la irrupción de las matemáticas en la lógica, la uso totalmente del mismo modo. Y mis primeras acotaciones van a consistir en mostrar que en efecto, la manera en que la uso es tal que no es de ningún modo traducible en términos de lógica de las proposiciones. Quiero decir que el modo bajo el cual la variable, lo que se llama la variable, a saber lo que da lugar al argumento, es algo que acá está totalmente especificado por la forma cuádruple bajo la cual está planteada la relación de argumento a la función.
Para simplemente introducir aquello de lo que se trata, les recordaré que en lógica de las proposiciones, tenemos en primer plano — hay otros-las cuatro relaciones fundamentales que de algún modo son el fundamento de la lógica de las preposiciones, y que son respectivamente la negación, la conjunción, la disyunción y la implicación. Hay otras pero éstas son las primeras y las otras se reducen a éstas. Aclaro que la forma en que se hallan escritas nuestras posiciones de argumento y de función es tal que la relación llamada de negación por la cual lo que es planteado como verdad no podrá negarse sino con la palabra "falso", y bien, precisamente, esto acá es insostenible. Ya que pueden ver que en el nivel, cualquiera sea, quiero decir el nivel inferior, o el nivel superior, el enunciado de la función, a saber que es fálica, el enunciado de la función es planteado, ya sea como una verdad, ya sea precisamente como a ser descartado, ya que después de todo, la verdadera verdad, sería justamente lo que no se escribe, lo que acá sólo puede escribirse bajo la forma que contesta a la función fálica, a saber: "No es verdad que la función fálica sea lo que funda la relación sexual" y en los dos casos, en estos dos niveles que como tales son independientes, donde no se trata para nada de hacer del uno la negación del otro, sino al contrario, del uno el obstáculo al otro, por el contrario, lo que ven repartirse, es justamente un "existe" y un "no existe", es un "Todo" de un lado, "Todo x", a saber el dominio de lo que acá sea lo que se define por la función fálica y la diferencia de la posición del argumento en la función fálica, es muy precisamente que es "No toda" mujer quien se inhibe ahí, ustedes ven bien que, lejos de que el uno se oponga al otro como su negación, es muy al contrario por su subsistencia, acá muy precisamente como negada, que hay un x que puede sostenerse en este más allá de la función fálica, y del otro lado, no lo hay por la simple razón de que una mujer no podría ser castrada, por las mejores razones. Es un cierto nivel, es el nivel de lo que justamente no es tachado en la relación sexual, mientras que en el nivel de la función fálica, es muy precisamente en tanto a "todo" se oponga el "no toda" que hay posibilidad de una repartición de izquierda a derecha de lo que se fundará como macho y hembra. Lejos entonces de que la relación de negación nos obligue a elegir, es al contrario en tanto que, lejos de tener que elegir, tenemos que repartir, que los dos lados se oponen legítimamente el uno al otro.
Hablé, después de la negación, de la conjunción. La conjunción, no necesitaré para ajustar sus cuentas en esta ocasión, más que hacer la observación, la observación de la que espero que acá haya bastante gente que haya picoteado vagamente algún libro de lógica como para que no tenga que insistir, es a saber que la conjunción está fundada muy precisamente en que toma valor por el hecho de que dos proposiciones pueden ser ambas verdaderas. Es justamente lo qué de ningún modo nos permite lo que está escrito en el pizarrón, puesto que ven bien que, de derecha a izquierda, no hay ninguna identidad y que, precisamente, ahí
donde se trata de lo que está planteado como verdadero, a saber  F (Fi) de x, es justamente en ese nivel que los Universales no pueden juntarse, en tanto el Universal del lado izquierdo se opone al otro lado, al lado derecho, por el hecho de que no hay Universal articulable, es a saber que la mujer con respecto a la función fálica no se sitúa sino estando sujeta al "no toda". Lo extraño es que por esto mismo no se sostiene mejor la disyunción, si recuerdan que la disposición no toma valor sino del hecho de que dos proposiciones no pueden ser, es imposible que sean falsas al mismo tiempo. Es seguramente la relación, diremos, más fuerte o la más débil, es indudablemente la más fuerte en esto de ser la más dura de pelar, puesto que hace falta un mínimo para que haya disyunción, ya que la disyunción hace válido que una proposición sea verdadera y la otra falsa, que por supuesto las dos sean verdaderas, agregándose a lo que llamé "una verdadera, la otra falsa" que quizás sea "una falsa, la otra verdadera": hay entonces al menos tres casos combinatorios en los que la disyunción se sostiene, la única cosa que no podría admitir es que las dos fuesen falsas.
Ahora bien, tenemos acá dos funciones que están planteadas como no siendo —se los dije hace un rato—  la verdadera verdad, a saber los que están arriba, parece que tenemos acá algo que ofrece una esperanza, a saber que al menos habríamos articulado una verdadera disyunción. Pero, observen, lo que está escrito, que es algo que tendré ocasión de articular de modo que le dé vida, es que no hay muy precisamente de un lado más que este  F (Fi) de x con el signo de la negación arriba, a saber que es, en tanto que la función fálica no funciona que hay posibilidad de relación sexual, que hemos planteado que tiene que existir un x para eso. Ahora, del otro lado, ¿qué tenemos? Que no existe otro, de modo que podemos decir que el destino de lo que seria un modo bajo el cual se sostendría la diferenciación del macho de la hembra, del hombre y de la mujer, en el ser parlante, esta suerte que tenemos de que haya esto, es que, si en un nivel hay discordia —y veremos más tarde qué entiendo por esto- quiero decir en el nivel de los Universales que no se sostienen por la inconsistencia de uno de ellos, es que, si de un lado está supuesto que existe un x que satisfaga a F (Fi) de x negadofig3, del otro tenemos la expresa formulación de que ningún x, lo que ilustré al decir que la mujer, por las mejores razones, no podría ser castrada, pero no hay justamente más que el enunciado ningún x, es decir que en el nivel donde la disyuncióntendría posibilidad de producirse, no hallamos de un lado más que UNO al menos lo que adelanté del: "al-menos-uno", y del otro lado muy precisamente la no existencia, es decir la relación de UNO a CERO.
Muy precisamente, en el nivel donde la relación sexual tendría posibilidad, de ningún modo de ser realizada, sino simplemente de ser esperada más allá de la abolición del apartamiento de la función fálica, ya no hallamos como presencia, me atrevería a decir, más que uno de los dos sexos. Es muy precisamente esto lo que resulta evidente que tenemos que aproximar a la experiencia tal como están acostumbrados a verla enunciarse bajo esta forma que la mujer suscita en tanto el universal no hace surgir para ella más que la función fálica, en la que participa, como lo saben — esta es la experiencia, lamentablemente, demasiado cotidiana como para no velar la estructura— pero no participa sino queriéndola:
— ya sea arrebatar, encantar al hombre
— ya sea, Dios mío, que le imponga su servicio, para el caso "...o peor" — viene al caso decirlo— en que se lo haría. Pero muy precisamente esto no la universaliza, aunque sería por esto, por esa raíz del "no toda"que ella encierra otro goce que el goce fálico, el goce llamado propiamente femenino, que no depende de ningún modo de aquél.
Si la mujer es "no toda", su goce, en cuanto a él, es dual y es indudablemente lo que reveló Tiresias cuando volvió de haber sido, por gracia de Zeus, Teresa por un tiempo, naturalmente con la consecuencia que se conoce y que estaba ahí, en fin, como desplegada, si puedo decirlo, visible — corresponde decirlo— para Edipo para mostrarle lo que le esperaba por haber existido, justamente él, como hombre en esta posesión suprema que resultaba del engaño en que su partenaire lo mantenía de la verdadera naturaleza de lo que ella ofrecía a su goce o bien —digámoslo de otro modo— a falta de que su partenaire le pidiera que rechazase lo que le ofrecía, manifestando así evidentemente, pero a nivel del mito que, para existir como hombre en un nivel que escapa a la función fálica, no tenía otra mujer que ésta que justamente no habría debido existir para él.
Ahí está. Por qué este "no habría debido", por qué la teoría del incesto, eso haría necesario en fin, que me interne por la vía de los "Nombres del Padre" en la que precisamente dije que no me meteré nunca mas. Es así porque resulta que releí, porque alguien me lo rogó, esa primera conferencia del año 1963 —recuerdan— en Ste. Anne, sin duda es por eso que volví, lo releí, es algo que se relee, se lee hasta tiene cierta dignidad, de modo que la publicaré si todavía publico, ¡lo que no depende de mi! Haría falta que otros publicaran un poco conmigo, eso me animaría. Si lo publico, se vera con qué cuidado ubiqué entonces —pero ya lo dije hace cinco años— en un cierto número de registros, la metáfora paternaespecialmente, el nombre propio, había todo lo que hacia falta para que, con la Biblia, se diera un sentido a esta lucubración mítica de mis dichos. Pero no lo haré nunca más. No lo haré nunca más porque después de todo puedo conformarme formulando las cosas a nivel de la estructura lógica, lo que después de todo bien tiene sus derechos.
Lo que quiero decirles, es que esta fig 4 de x tachado, fig 5, a saber que no existe ninguna otra cosa que, en un cierto nivel, aquel donde habría posibilidad de que haya relación sexual, que este 'héteros' en tanto ausente, no es de ningún modo forzosamente el privilegio del sexo femenino, es simplemente la indicación de lo que está en mi grafo —digo eso porque tuvo un cierto destino—, de lo que inscribo con el significante de fig 6, eso quiere decir: el Otro, de donde se lo tome, el Otro esté ausente a partir del momento en que se trata de la relación sexual.
Naturalmente, al nivel de lo que funciona, es decir la función fálica, está simplemente esta discordia que acabo de recordar, a saber que, de un lado y del otro, ahí, para el caso, no se está en la misma posición, a saber que de un lado se tiene el Universal fundado en una relación necesaria a la función fálica y del otro lado, una relación contingente porque la mujer es "no-toda".
Subrayo entonces que en el nivel superior, la relación fundada sobre la desaparición, el desvanecimiento de la existencia de uno de los partenaires que deja el lugar vacío a la inscripción de la palabra; no es en ese nivel, privilegio de ningún lado. Unicamente que, para que haya fundación del sexo, como se dice, tienen que ser dos. Cero y uno, eso seguramente da dos, da dos en el plano simbólico, a saber por lo mismo que acordarnos que la existencia se arruga en el símbolo. Es lo que define al ser parlante.

Seguramente es algo, podría ser... qué es lo que no es lo que es. Solamente ese ser es absolutamente incapturable. Y es tanto más incapturable por estar obligado, para soportarse, a pasar por el símbolo. Esta claro que un ser, cuando llega a no ser más que símbolo, es justamente este ser sin ser, del cual, por el sólo hecho de que hablan, todos ustedes participan; pero por el contrario, es muy seguro que lo que se soporta es laexistencia y eso porque existir no es ser, o sea que es depender del otro. Sin duda, estén bien, ahí, todos por algún lado, existiendo, pero en cuanto a lo que es vuestro ser, ¡no están tan tranquilos! De otro modo no vendrían a buscarle seguridad en tantos esfuerzos psicoanalíticos.
Hay evidentemente ahí algo que es totalmente original en la primera emergencia de la lógica. En la primera emergencia de la lógica, hay algo totalmente sorprendente y es la dificultad, la dificultad y la fluctuación que manifiesta Aristóteles a propósito del estatuto de la proposición particular. Son dificultades que fueron subrayadas en otra parte, que no descubrí yo, y para quienes quieran remitirse a eso, les aconsejo el cuaderno Nº 10 de los Cahiers pour l'analyse donde hay un excelente primer artículo de alguien llamado Jacques Brunswig. Verán ahí perfectamente puntuada la dificultad que tiene Aristóteles con la Particular. Es que seguramente se da cuenta de que la existencia no podría de ninguna manera establecerse más que fuera de la Universal, y por eso sitúa la existencia al nivel de la Particular, la cual de ningún modo resulta suficiente para sostenerla, aún cuando de esa ilusión gracias al empleo del término "algún".
Está claro que por el contrario, lo que resulta de la formalización llamada de los cuantificadores —llamada así en razón de una huella dejada, en la tristona filosófica por el hecho de que alguien llamado Apuleyo, que era un novelista no de muy buen gusto, y un místico ciertamente desenfrenado, y que se llamaba Apuleyo, les dije, hizo El asno de oro— es este Apuleyo el que, un día, introdujo que en Aristóteles lo que concentra al "más" y al "algún" era del orden de la cantidad. No hay nada de eso, por el contrario, son simplemente dos modos diferentes de lo que podría llamar, me dejan pasar algo un poco improvisado, la encarnación del símbolo, a saber que en la vida corriente, que haya "todos" y"algunos" en todas las lenguas, ahí está lo que seguramente nos fuerza a plantear que el lenguaje debe de todos modos tener una raíz común y que como las lenguas son tan profundamente diferentes en su estructura, sin duda debe ser en relación a algo que no es el lenguaje.
Sin duda, se comprende que acá la gente se resbale y bajo el pretexto de que se presiente que este más allá del lenguaje sólo puede sermatemático, se imagina, porque es el número, que se trata de la cantidad. Pero, quizás justamente, y hablando con propiedad, no sea el numero en toda su realidad a lo que el lenguaje da acceso, sino solamente el ser capaz de enganchar el Cero y el Uno. Por ahí, se haría  la entrada de este Real, este Real único en poder ser lo más allá del lenguaje, a saber el único dominio donde puede formularse una imposibilidad simbólica.
Este hecho de que la relación, ésta accesible al lenguaje, si está fundada justamente en la no-relación sexual, de que no pueda entonces enfrentar el Cero y el Uno, esto encontrarla, aseguraría fácilmente su reflejo en la elaboración por Frege de su génesis lógica de los números.
Les dije, les indiqué al menos, lo que crea dificultad en esta génesis lógica a saber justamente la hiancia, que subrayé con el triángulo matemático, entre este Cero y este Uno, hiancia que redobla su oposición de enfrentamiento. Que ya lo que puede intervenir no esté ahí más que por el hecho de que ahí esté la esencia de la primera pareja, que no pueda ser otro que un tercero, y que la hiancia como tal, sea siempre dejada desde el dos, es algo esencial para recordar en razón de algo mucho más peligroso de dejar subsistir en el análisis que las aventuras míticas de Edipo, que en sí mismas no tienen ningún inconveniente, por cuanto estructuran admirablemente la necesidad de que haya en alguna parte al menos Uno que trascienda lo que concierne a la captura de la función fálica. El mito del Padre primitivo no quiere decir otra cosa. Eso está suficientemente expresado para que podamos usarlo cómodamente, además de que lo encontramos confirmado por la estructuración lógica que es la que les recuerdo con lo que está escrito en el pizarrón.
Por el contrario, nada más peligroso seguramente que las confusiones acerca de lo que concierne al Uno. El Uno, como ustedes saben, es frecuentemente evocado por Freud como significando lo que respecta a una esencia del Eros que estaría hecha justamente de la fusión, a saber que la libido sería de esa clase de esencia que, de los dos, tendería a hacer Uno y que, Dios mío, según un viejo mito que seguramente no es en absoluto de buena mística, seria lo que daría cuenta de una de las tensiones fundamentales del mundo, a saber, no hacer sino uno, ese mito que verdaderamente es algo que sólo puede funcionar en un horizonte de delirio, y que no tiene propiamente hablando nada que ver con lo que podemos encontrar en la experiencia. Si hay algo efectivamente patente en las relaciones entre los sexos y que el análisis, no solamente articula, sino que está hecho para hacer jugar en todos los sentidos, y si hay algo que, en las relaciones sería dificultoso, es precisamente las relaciones entre las mujeres y los hombres y que nada podría parecerse ahí a algo espontáneo, fuera precisamente de este horizonte del que hablaba hace un rato como fundido, en el límite, sobre no se sabe qué mito animal y que de ninguna manera el Eros seria una tendencia al Uno. ¡Muy lejos de eso!
Es en esta medida, es en esta función que toda articulación precisa de lo que respecta a los dos niveles, donde sólo en la discordia se funda la oposición entre los sexos, en tanto no podrían de ningún modo instituirse por un Universal, más que en el nivel, de la existencia, por el contrario, es muy precisamente en una oposición que consiste en la anulación, en el vaciamiento de una de las funciones como siendo la del otro, que encierra la posibilidad de la articulación del lenguaje, me parece que esto es lo que debe esencialmente ponerse en evidencia.
*
Observen que hace un rato, habiéndoles hablado sucesivamente de la negación, de la conjunción y de la disyunción, no llevé hasta el fin lo que concierne a la implicación. Está, claro que acá tampoco podría ésta funcionar más que entre los dos niveles, el de la función fálica, y el que lo separa. Ahora bien, nada de lo que es disyunción, en el nivel inferior, en el nivel de la insuficiencia de la especificación universal, nada implica por lo mismo, nada exige que sea sí y sólo sí, la síncopa de existencia que se produce en el nivel superior, efectivamente se produce, que la discordia del nivel inferior resulte exigible, y muy precisamente a la recíproca.
Por el contrario, lo que vemos es, una vez más, funcionar en forma distinta, separada, la relación del nivel superior al nivel inferior. La exigencia de que exista "al menos un hombre", que es la que aparece emitida al nivel de este femenino que se especifica por ser un "no-toda", una dualidad, el único punto donde la dualidad tiene posibilidad de ser representada, no hay ahí más que un requisito, si puedo decir, gratuito. A este "al menos un", nada lo impone, salvo la chance única —todavía hace falta que sea jugada— de que algo funcione en la otra vertiente, pero como un punto ideal, como posibilidad para todos los hombres de alcanzarlo, ¿cómo? por identificación. No hay ahí más que una necesidad lógica que sólo se impone al nivel de la apuesta.
Pero observen por el contrario lo que resulta de esto en lo que concierne a la Universal barrada —y es en lo que este "al menos uno" en el que se soporta el Nombre-el-Padre, el nombre del Padre mítico, resulte indispensable aquí es donde planteo una apreciación que es lo que le falta a la función, a la noción de especie o de clase. Es en este sentido que no es casual que toda esta dialéctica en las formas aristotélicas fue malograda.
¿Dónde funciona finalmente este [Fig], este "existe al menos uno" que no sea siervo de la función fálica? No es más que un requisito, diría yo de tipo desesperado, desde el punto de vista de algo que ni siquiera se soporta en una definición universal. Pero observen por el contrario que con respecto a la Universal marcada  [Fig], todo macho es siervo de la función fálica. ¿Qué quiere decir este "al menos uno" como funcionando por escapar a eso? Diría que es la excepción. En este caso, lo que dice, sin saber lo que dije, el proverbio "la excepción confirma la regla" se encuentra soportado para nosotros. Es singular que solamente con el discurso analítico un Universal pueda encontrar, en la existencia de la excepción, su fundamento verdadero, lo que hace que seguramente podamos en todo caso distinguir el Universal así fundado, de todo uso vuelto común por la tradición filosófica de dicho Universal. Pero hay algo singular que reencontré por una indagación, y porque, de formación antigua, no ignoro del todo el  chino y pedí a uno de mis queridos amigos que me recordara lo que evidentemente sólo conservé un poco como huella; tuve que hacerlo confirmar por alguien para quien fuera lengua materna, es seguramente muy extraño que, en chino, la denominación de "todo hombre", si puedo expresarme así, ya se trate de la articulación de "TO", que no les escribo en el pizarrón porque estoy cansado, o de la articulación más antigua que se dice "Tchia", en fin, si eso los divierte, se los voy a escribir de todos modos.
Acaso se imaginan que puede decirse por ejemplo: "Todos los hombres tragan", y bien eso se dice (...) "Mei" insiste en el hecho de que está ahí, y si lo dudan, el numeral "GO" les muestra bien que se los cuenta. Pero eso no los hace "todos", se agrega entonces esto, que quiere decir "sin excepción".
Les podría citar seguramente otras cosas puedo decir que "Todos los soldados perecieron", están todos muertos, en chino se dice: "Soldados sin excepción caput"
El "todo" que vemos desplegarse desde el interior y que no encuentra su límite más que en la inclusión, es tomado en conjuntos más y más vastos. En la lengua china no se dice nunca "Mei" ni "Go" más que pescando en la totalidad de la que se trata como contenido.
Ustedes me dirán "sin excepción"... pero, por supuesto, lo que descubrimos en lo que les articulo como relación acá de la existencia única en relación al estatuto del universal, toma la figura de una excepción. Pero asimismo esta idea no es más que el correlato de lo que llamé hace un rato "el vacío del otro".
En lo que hemos progresado en la lógica de clases, es que hemos creado la lógica de conjuntos. La diferencia entre la clase y el conjunto es que, cuando la clase se vacía, ya no hay clase, mientras que, cuando el conjunto se vacía, todavía está este elemento del conjunto vacío. Es en lo que, una vez mas, la matemática hace progresar a la lógica.
Y es donde podremos, ya que seguimos hablando, aunque va a terminar pronto, les aseguro, ver entonces ahí dónde retomar la unilateralidad de la función existencial para lo que es del otro, del otro compañero en tanto que es "sin excepción". Este "sin excepción", que indica la no existencia de x en la parte derecha del pizarrón, a saber que no hay excepción y que ahí hay algo que ya no tiene paralelismo, no tiene simetría con la exigencia que llamé hace un rato "desesperada" del "al menos uno", es otra exigencia y descansa sobre esto, es que al fin de cuentas elUniversal masculino toma su base en la seguridad de que no existe mujer que deba ser castrada, y esto por razones que le parecen evidentes. Pero esto no tiene, de hecho —ustedes lo saben— más alcance, por la razón de que es una seguridad totalmente gratuita, a saber que lo que recordé hace un rato del comportamiento de la mujer muestra bastante que su relación a la función fálica es totalmente activa. Pero ahí, como hace un rato, si la suposición fundada en, de alguna manera, la seguridad de que se trata de un imposible —lo que es el colmo de lo real— esto no pone en peligro la fragilidad, si puedo decirlo, de la conjetura porque en todo caso la mujer no está más asegurada en su esencia universal por esta simple razón: es que lo contrario del límite, a saber que no lo haya, que no haya excepción, el hecho de que no haya excepción, no asegura más al Universal ya de por si tan mal establecido, en razón de que es discordante, no asegura más el universal de la mujer. El "sin excepción", lejos de dar consistencia a algún "Todo" naturalmente la da aún menos a lo que se define como "no todo", como esencialmente dual.
¡Y bien! Espero que esto les quede como clavija necesaria para lo que podremos intentar posteriormente a modo de escalada, si seguramente nos vemos llevados por la vía en la que debe interrogarse severamente la irrupción de la cosa más extraña, a saber la función del "Uno". Nos preguntamos muchas cosas acerca de lo que hay de la mentalidad animal que no nos sirve acá, después de todo más que como referencia en espejo frente al cual, como frente a todos los espejos, denegamos pura y simplemente.
Hay algo que podríamos preguntarnos: para el animal, ¿hay Uno?
El aspecto exorbitante de la emergencia de este Uno, es lo que seremos llevados por otra parte a tratar de despejar y es por esto que, desde trece mucho tiempo, los invité a releer, antes que lo aborde, el Parménides de Platón.

Texto extraído de "El saber del psicoanalista" (Charlas de Jacques Lacan en Ste. Anne, 1971-1972), publicación de ENAPSI, sin mención de traductor ni de fecha, Buenos Aires, Argentina.
Selección y destacados: S.R.  www.con-versiones.com




Con-versiones junio 2007

         

5 comentarios:

  1. Parece que todo amor es contingente,aún el amor de transferencia,y,por momentos parece imposible,"que la relación sexual se abisma en el sin-sentido,cosas que en nada disminuyen el interés que debemos tener por el otro.En lo que constituye el goce de la mujer,en tanto el hombre no la ocupa por entero,y hasta parece que de él nada sabe.Es un goce suplementario del cual ella poco pude decir.
    Fuente:Lacan Seminario 20,cap."Una carta de almor"

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  2. Lacan cita el mito "El Asno de Oro" de Apuleyo.El mito revela secretos iniciáticos,pero sobre todo aborda más allá de la pareja hombre-mujer el tema de las relaciones del alma con el deseo,de lo humano con lo sobrenatural.Basándose en esta historia Zucchi pinta su cuadro Psyché (situado arriba de este artículo).En el seminario VIII lACAN remite a la castración implícita en la conjunción amorosa,basándose en este cuadro.Fuente:Referencias en la Obra de Lacan/1Buenos Aires,aliquis,1991 Varios autores

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  3. Intenta insertar el lenguaje en lo real matemático.Cuando maneja las fórmulas de la sexuación,el lado hombre,el lado mujer,está diciendo:No hay dos sexos,hay uno y uno.No son adicionables.Dice irónicamente "al fin no somos más que uno",donde,obviamente no se refiere al Uno de la unidad sino a lo que decíamos,un sexo y un sexo.

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  4. Se observan cuatro fórmulas proposicionales,dos a la derecha,lado hombre y dos a la izquierda:lado mujer."A la derecha en la línea inferior en la :para todo x Fi de x.Si x es el hombre,en tanto todo se inscribe en la función fálica.Esta función encuentra su límite en la función del Padre.A la derecha tienen la inscripción de la parte mujer de los seres que hablan.Será el "no toda",vetando toda universalidad.Fuente: Lacan,Seminario 20,cap."Una carta de almor"

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  5. Dice, selección y destacados: SR, se trata de Sergio Rocchietti(1953-2013), sí, ha partido. Me acabo de enterar. Hace unos días hablaba de las transferencias de trabajo producidas en la red. Fue una de las primeras notas de www.con-versiones.com que en este blog se reprodujeron. Siempre estuve muy agradecida por su generosidad intelectual. Un saludo a Vanesa Guerra. La rigurosidad de sus aportes, estoy segura que mucho han apreciado los lectores de este blog. Mucho más no puedo decir. Siempre lo recordaremos.

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